La opinión pública está hecha un reguero de duras sátiras en contra de los Diálogos de la Habana. Lo que faltaba, un grave acto de guerra, una violación del Derecho Internacional Humanitario, otra acción más en contra de la ley colombiana y hasta de las mismas complejas normas de la guerrilla.
Desde que tengo conciencia Colombia, mi país, sufre una guerra interna. Desde que tengo conciencia el hablar mutuamente las diferencias han sido el camino a la paz. No es momento de deshacer los avances. Los diálogos van a tomar un nuevo camino, es lo que muchos sectores del proceso han coincidido y esperamos suceda.
El mismo vocero de las Farc en Cuba, Pablo Catatumbo, insistió que el Gobierno estaba dispuesto a “continuar los diálogos de paz en medio de la guerra”. Hemos avanzado bajo esas condiciones, aunque adversas y difíciles, pero dan más garantías en el marco de una negociación.
Creo que es un buen momento para acabar de una vez con la guerra, darle la oportunidad a quienes nos hicieron daño de que enmienden sus errores, reparar de cierta forma a quienes maltrataron y prometer no regresar a la lucha ilegal.
La izquierda, la derecha y las mismas Farc coinciden que es concerniente instaurar una acción que detenga la guerra frontal. ¿Cese bilateral? ¿Cese unilateral por parte de las Farc? Como ha sucedido históricamente, el cese del fuego se dará pero justo cuando el Estado establezca lazos mucho más cercanos y coherentemente con el cierre, cuando se este por redactar el capítulo final de esta guerra. Que esperamos tenga su conclusión.
El general Álzate tiene que ser liberado para que este proceso no pierda la legitimidad. Sin embargo no es la única acción que por estos días ha realizado las Farc, puede que sean actos dentro del entorno del conflicto pero esta consecución de hechos es un duro golpe que, espero equivocarme pero, la Opinión Pública no soportará. Honestamente los diálogos van huyendo lentamente de nuestras manos.
Las Farc deben poner de su parte. Se instauro un compromiso de no más secuestros y de devolver a quienes estaban presos de la libertad, compromiso roto. Si hay un verdadero interés de su parte en el proceso, no debería ser tan difícil devolver al general y a los otros secuestrados. Es necesario fortalecer la imagen del proceso en los distintos frentes guerrilleros.
¿Por qué no intentar otra opción? Algo está pasando, hay que buscar una pronta salida, el camino es duro, no va a ser fácil. Pero, si queremos la paz y dentro del acuerdo está dialogar en medio del conflicto, hay que asumirlo no hay que podar y aniquilar los avances sino fortalecerlos y acallar a quienes acribillan el proceso de Paz.