Bogotá: ciudad gótica

Yo no sé si ya me vuelva tediosa y quizás pierda lectores por eso, pero es que la verdad me preocupa considerablemente la sociedad colombiana. Y digo colombiana porque no puedo juzgar otras nacionalidades. Me aterra la manera como pasamos los días, por lo menos en Bogotá, donde también habito. Las violencias, las agresiones, las miradas rayadoras, los accidentes, los golpes, los atropellos, los robos, las violaciones son pan de cada día. Y eso sí que me pone a pensar más, porque se avecinan las postulaciones para alcaldía de Bogotá, que entre tanto hay mucho por ahí que piensa que la solución es que suba alguien de derecha al poder para que este caos mejore. Yo no estoy muy segura que eso sea así, pero que sea quien sea el que vaya a ser el alcalde o alcadesa de esta capital ojalá tenga claro a lo que se enfrenta. Y que tiene 4 años para mejorar la movilidad, la seguridad representada en cero robos, en cero violaciones a mujeres en las calles y en los transmilenios o buses, mejorar el alumbrado en las calles, mejorar la malla vial de la ciudad, permitir que más personas de los barrios más pobres y de las periferias sigan accediendo a servicios de comedores comunitarios, de agua, de educación. Pero sobre todo, que ejecute. Que entienda que esta ciudad recibe diariamente a cientos de personas que vienen a buscar “mejores oportunidades”, a estudiar, a conocer, a hacer negocios o en el peor de los casos por la situación de desplazamiento interno que vive el país – recordemos que somos el segundo país con más desplazamiento interno luego de Siria-. Pero además de las posibles mejoras que podría traer un nuevo alcade – que hasta el momento no se me ocurre quien- se debe aportar desde los diversos comportamientos de la sociedad. He escuchado por ahí que dicen que esta ciudad, Bogotá, es una ciudad de nadie. Y a esos y esas les digo que más bien es importante que todos y cada uno de los que vivimos en la capital, seamos o no oriundos de allí debemos cuidarla, protegerla, velar por el respeto entre todos y con la ciudad misma. Así que le invito para que denuncie si ve un caso de abuso, pero también porque eso es ser solidario con el otro. Le invito a que guarde los papelitos del paquete y la botella de plástico de agua o gaseosa en su maleta y la bote cuando llegue a casa. Le recomiendo que en las mañanas guarde sus codos y evite golpear a la gente en Transmilenio o en su defecto madrugue más para que el caos y el afán no lo hagan sacar el villano que lleva dentro, pues finalmente aunque Bogotá parezca ciudad gótica y por más que encendamos la luz  de ayuda en las nubes, no va a venir Batman a rescatarnos del maltrato y los robos y tampoco habrá alcalde que valga, ni políticas públicas que den resultado, si usted querido lector o lectora no pone su granito de arena para que todo esto mejore. @AnaRizoD