Criatura Empedernida Liando Oportunidades Sentimentales Odiosamente
¡Yo no soy celoso! Eso he dicho siempre en público, pero vamos, que todos lo somos. O es que para usted es muy fácil saber que le gomisean el amor de su vida? Así sea un poquitico.
Hasta Woody sintió celos cuando Andy dejo atrás por un rato la fantasía del sexy vaquero de trapo para descubrir al estilo Emanuelle una jornada de diversión espacial con solo necesitar dos baterías AA para qué el capitán vibre y encienda la luz en su punta (sobra aclarar que hablo de Toy Story I)
No existe envidia de la buena y mucho menos celos sanos. Sí existe la obsesión y la dependencia pero todo, incluyendo los celos, son problemas internos que afectan a la pareja. La inseguridad es suya y la creativa imaginación sobre las mil formas en que sus cuernos crecen también. Si usted es de los que no tolera siquiera que su pareja vea el catálogo de Victoria's Secret o Abercrombie & Fitch a su lado pues teme que lo botara por la ventana para salir corriendo por algún o alguna modelo que debe estar a esa hora bronceándose en Ipanema, usted tiene serios problemas con los celos.
Pero pueda que sea de esos que no despierta el toro hasta que ve a su caramelito sentado en las piernas de alguien más hablándole al oído y luego riendo a carcajadas, pero eso si, sin perder el decoro. Es más, si usted en ese momento no siente nada de rabia y no se convierte mentalmente en un asesino soviético, usted es un completo IDIOTA. (Aplica para novios varones en sentido contrario de la manoseada, pero igual sigue siendo usted una idiota en ese caso).
Los celos sí hacen parte de una relación, que al fin y al cabo son una cláusula más en el contrato que sin leer se firma imaginariamente durante la traga. Pero eso incluye límites que tan solo impone el otro. Si usted dejo que su amorcito contestara cada llamada, leyera cada mensaje, contestara cada email, durante las primeras semanas de relación, pues felicitaciones, la cagó porque a partir de ahora esas son zonas compartidas con derecho a pelea. Olvide entonces algún reclamo en defensa por el tema, incluso si un día le llega por error un mensaje de texto que diga algo como "Me tienes cachonda y quiero que me hagas tuya hasta que el casero nos bote a la calle". Sí usted hubiese sido quien lo leyó primero, habría visto y borrado el mensaje, o quizá respondido y haber dejado a la niña en la calle. Pero ahora intente de manera convincente calmar a la fiera de su pareja mientras esconde todos los cuchillos de la casa.
No se trata de tapar todo fuera de la relación, todos tenemos derecho a una vida fuera de ella, a tener amigos y primas que estén buenas, pero así mismo póngase en los calzones del otro. Un noviazgo, incluso un matrimonio, no va incluido en un contrato de propiedad, usted no es dueño de nadie ni nadie es su amo, téngalo claro. Cada quien es libre de tener una vida por fuera y vivirla plenamente sin compañía de otro. No tenemos porque aceptar dejar de tener amigos para evitar peleas, tampoco eliminar viejos contactos en Facebook o WhatsApp aunque no hablen ya. Cada quien elige donde pisa y como o con quien lo hace, sea sobre lindo césped sintético o pura caca de vaca. Eso no se discute.
Entonces así mismo pueda que los celos juegan un buen papel. A menos que su novio es un empedernido coqueto que silva a alguien cada que usted entra a un cubículo a orinar (pues algo así no tiene cura), los celos pueden ser la manera de establecer un límite y como un cachorro gruñir en defensa de un plato de DogChow. Aunque suene a actriz sumisa de algún seriado de Televisa, los celos son también un modo de demostrar cariño. Pues venga, que si a usted jamás le celan es porque usted a su cucurrumi le vale mierd*. Uno lo único que no comparte es lo que ama con todo corazón y lo que considera una perversión y pues finalmente esos son los dos componentes básicos de cada relación amorosa.
Un amigo me decía "el que las hace se las imagina" y aplica perfecto para un celoso. Tenga cuidado y no confunda su yo nocturno con su pareja, lo que usted haga fuera de casa, se queda fuera de casa (por su seguridad que así sea), no venga a desahogar sus nervios de ser descubierto en absurdos reclamos y sombras con pene que no existen.
Los celos no son más que una vocecita tartamuda en la cabeza de cada quien. Si su pareja le ama y esta contenta con lo que le da, ¿cómo para qué va a salir a comprar cereal cuando aún quedan Zucaritas? Invierta sus neuronas y tiempo mejor en construir cada vez una relación más sólida que en pintar culebrones venezolanos. Pero también recuerde que los celos son un buen material para esa obra amorosa y una prueba de que usted aun es humano.
@pipudo