Por muchos años hemos estado esperado ese líder perfecto, esa persona que tanto estamos esperando para nuestro País, esa persona que traerá justicia y alentará al pueblo a cambiar por el bien de todos pero tenemos un gran problema....
Somos cómodos, nos conformamos con poco y aplaudimos gestiones que tocan a pocos en un País de muchos. Cargamos siempre una voz de crítica sin fundamento como pueblo y quienes tienen la información acomodan sus comentarios a quienes odian por una simple lucha de egos.
Nuestra historia ha sido siempre acerca de sobrevivir. Más de uno de Ustedes llegan a su trabajo y lo detestan, no les gusta lo que hacen y hemos asesinado sueños, metas y la fe, esa fe que tiene un poder gigantesco en nuestros corazones y en nuestra mente y ha sido arrollada por una cruel realidad que nos abraza fuerte y solo nos deja respirar cuando existe la posibilidad de buscar un golpe de suerte.
No basta salir a ayudar a nuestro prójimo, no basta ayudar a quien tal vez está en una angustia mayor que la de nosotros intentamos, con palabras alentadoras sacar una sonrisa que pueda aliviar tanto sufrimiento. Nos aferramos a Dios esperando cambios y pidiendo algo de misericordia por nosotros, por nuestros líderes, por aquellos que están vacíos llenos de vicios y adoptaron una posición bélica como única opción para lograr ingresos.
¿Cuándo llegará ese líder perfecto? ¿Cuándo tendremos la valentía de salir de estado de conformismo?
Hoy nuestro País está invadido por líderes de barro, líderes que no llenan en su razón y en sus acciones a un pueblo. Líderes en quienes no creemos y solo son elegidos porque no tenemos a quien más elegir, líderes oportunistas, tramposos, deshonestos, líderes con un ego tan grande como una catedral, egoístas e injustos. Líderes de barro...
El poder que tiene cada uno de Ustedes es infinito, el poder que nos da la oportunidad de ser la gran mayoría es glorioso! Dejemos la habladuría y la motivación barata a un lado y sientan ese poder que nos da nuestra golpeada democracia. No busquemos más líderes de barro, no nos dejemos convencer por generosas palabras y aquellos borregos que replican las mismas con infinito egoísmo pensando en un mejor mundo individual, cuando somos todos los que estamos montados en esta tierra. No seamos conformistas y abramos un camino a líderes reales.
Un líder intachable, un líder que llegue a la razón y al corazón y no al estómago de los hambrientos. El hambre que tenemos es de justicia, es de humildad, es de amor, es de perdón y es del alma. El papel aguanta todo y las palabras que profesan cambios, prosperidad, salud, empleo y justicia, son balas de desilusión.
Nuestro peor enemigo es la ignorancia, nuestros mejores amigos son la razón y el corazón.
No aliento con mis palabras a un voto en blanco pero si espero llegar a la razón de muchos, para despertar un cambio importante y sincero.
Sotero
@tatootero79
Colombia y sus líderes de barro
Lun, 03/02/2014 - 11:23
Por muchos años hemos estado esperado ese líder perfecto, esa persona que tanto estamos esperando para nuestro País, esa persona que traerá justicia y alentará al pueblo a cambiar por el bien de