Hoy en día cuando visitamos un gimnasio o centro de acondicionamiento, no solo pensamos en qué tipo de rutinas iremos a realizar, o qué músculos ideamos trabajar. También solemos invertir un poco de tiempo en identificar qué ropa nos pondremos para lucir en aquel lugar, considerado por muchos como una oportunidad más para poner en práctica nuestras habilidades de interacción social.
En consecuencia, es necesario tener en cuenta que cualquier ejercicio físico, independientemente de su complejidad, nos produce sudoración excesiva y una extraña sensación de dolor en aquellas áreas del cuerpo que estamos ejercitando; por lo tanto se hace indispensable tener como referencia estos dos factores a la hora de comprar o elegir las prendas a utilizar en dicha actividad.
De ese modo, la opción en términos de materiales serían la licra y el algodón, pues el primero nos dará más libertad para realizar ejercicios de estiramientos, además de evitarnos la preocupación de pensar que en algún momento se nos va a romper la pantaloneta o camisa. Mientras que el segundo material señalado, nos hará sentir más cómodos cuando el sudor intente que las prendas se adhieran a la piel.
Ciertas marcas de ropa deportiva ofrecen como tendencia actual para los clientes asiduos de los gimnasios, creativas camisillas con estampado animal, tribal e incluso floral, pero esta clase de piezas no son las más recomendadas porque es en las axilas donde más olor solemos emitir cuando estamos en constante ejercicio, sin importar cuanto desodorante nos hemos aplicado o si el centro de acondicionamiento tiene sistemas de ventilación. Si queremos socializar asertivamente, ésta no sería la prenda ideal.
En esa sentido, lo más aconsejable serían las camisetas de manga corta o larga (si usted reside en un lugar de clima frío), además de una pantaloneta a la medida, ya que de no serlo proyectamos una imagen desprolija, que en algunos casos es interpretada como ropa prestada. Evitar los pantalones impermeables es un acierto indiscutible porque éstos lo que hacen es generarnos incomodidad al momento de flexionar las piernas.
Por otro lado, optar por una paleta de colores ácidos para armar nuestro outfit deportivo, es una herramienta de atracción visual que desde cualquier punto de vista nos resultaría favorable. Si a esto le sumamos un buen par de tenis que combinen o creen contraste con el resto de nuestro look, es seguro que anotaremos un diez en estilo.
@carlomtorres