(…) AQUÍ LOS INOCENTES FUERON DESTERRADOS A LA NEGRA FOSA DE LA ETERNIDAD. AQUÍ LOS TORTURADOS, LOS DESARRAIGADOS CLAMAN TODAVÍA POR SU ANSIADA PAZ. Y CADA AÑO QUE PASA EL 12 DE OCTUBRE CON LA VOZ DOLIDA VUELVEN A CANTAR VUELVEN A CANTAR HACIA LA LIBERTAD.
TAKI ONGOY: Víctor Heredia
Cuentan los cuentos que cuentan sobre los hombres, que alguna vez el hombre llegó a América a través de diversas rutas; rutas que pasaron alguna vez por el estrecho de Bering y por lo que hoy se llama el corredor de las Islas Aleutianas, pero también cuentan que el hombre también pudo haber llegado a América por diversas rutas marítimas, de lo que hoy se conoce como Melanesia, Polinesia e incluso de que hubo quienes se aventuraron a venir por la ruta Australiana, todo esto en tiempos inmemorables para el recuerdo, pero entre los que cuentan cuentos, hay quienes se debaten sobre cuál puede ser el origen del hombre sobre estas tierras que hoy llaman América, y se cuestionan si ese origen fue por tal y cuál ruta y en tal o cuál tiempo, lo que ha dado también origen a diversas teorías sobre el poblamiento de este vasto territorio. Sin embargo, alguna vez me contaron varias historias en las que el hombre no llegó sólo a través de las rutas anteriormente contadas, sino de otros puentes muy diferentes al que se originó en Beringia producto de la última glaciación. Una de estas historias que me contaron, habla de un puente que se llama “Tawa-Chakana”, y que tiene la forma de una Cruz-Puente de comunicación que incluso conecta dos cosmos, el cosmos del Pachatata o Wiracocha (padre-cosmos) y de la Pachamama (Madre-cosmos), este puente natural hoy en día está en una isla situada en la gran Pakarina o Lago Sagrado del Titicaca: la Isla de Amantani, donde alguna vez Apu Inti (El Dios Sol) envió a sus hijos Manco Capac y Mama Ocllo a fundar el pueblo del Tawantinsuyo (Conocido hoy en día como el imperio del Inka), y cuya capital se encuentra en la Ciudad de Cusco (El Ombligo del Mundo). Esta historia cuenta que cuando los dos cosmos se encontraron allí por vez primera, el universo se ajustó y permitió el origen de los Illawi, un par de gemelos que nacieron mirando uno para el oriente y otra para el poniente, ambos llegando envueltos en forma de serpientes “coas” y “asirus” quienes se encargarían a su vez con el tiempo, de poblar la tierra. Allí estaría entonces el epicentro del origen del hombre en esta historia. (Centro de toda la Cosmogonía Andina) Luego escuche otra historia, que incluso está escrita en el libro sagrado del Popol Vuh (que significa el libro de la comunidad) que comienza diciendo que: “no había cosa en orden, sino que todo estaba en silencio, en una oscuridad como la noche” “Cuando partió desde el corazón del cielo el padre y la madre a la vez (Omecihuatl y Ometecuhtl) en una nebulosa llamada Hurakán (el corazón del Cielo) desde donde se formó el sol, de allí partirían un par de serpientes emplumadas (Kuk Ik Kan) dispuestas a recorrer el planeta para informar que hacer allí, los padres entonces crean seres que hoy en día conocemos y otros que en otro tiempo conocimos y ya no están, el hombre, surgiría entonces a partir del Xak (Tortilla de Maiz) y se remiten al origen de dos gemelos divinos Hunapuh e Ixbalamqué. Según la historia, los hermanos fueron sacrificados por los señores del Xibalbá, del inframundo, quienes los retaron a un juego de pelota y luego traicionaron; luego, de la cabeza de Hunapuh por su saliva se embarazó Ixquiq, hija de uno de los señores de Xibalbá. Y entonces decidieron matarla y ordenaron a los búhos que trajeran su corazón, pero les llevaron uno de venado y así Ixquiq pudo dar a luz a otro par de gemelos, varón y hembra, nietos entonces de Xibalbá, quienes tendrían que salvar al sol del inframundo. En su triunfo, el sol nuevamente se asomó y permitió que los gemelos tuvieran descendencia y fundaran una ciudad que tendría alabanza al Dios Sol, de esa forma se funda la metrópoli y el Quetzalcoatl. (centro de la toda la Cosmogonía Mesoamericana Maya, Tolteca y Azteca) Finalmente, les contare una tercera historia un poco más rápida que cuenta cómo todos, un origen, que explica como Trentren Vilu y KaiKai Vilu (originalmente hijos gemelos de los pillanes –“espíritus masculinos”- más poderosos,) habrían dado forma a una parte de nuestro continente producto de su tenaz lucha de poder; éstas fueron convertidas en serpientes por El Pu-am, (representación mapuche de la esencia creadora de las cosas que existen en el mundo) esto, como castigo por la destrucción ocasionada en el mundo de los pillanes; una vez que este vio a las madres Wuangulen –“espíritus femeninos”- llorar, conmovidas por el dolor de la muerte de sus hijos, El Pu-am permitió que volvieran a ser seres completos y a que vivieran encerrados cada uno dentro de diferentes volcanes del Mapu mientras que El Pu-am creaba a su vez una vida diferente llamada hombre, que tiene su origen producto del Pillán y de Wuangulen, por eso hoy en día cada uno de estos hombres puede llegar a ser un pillán, un espíritu de luz. Estas tres magnificas y impactantes historias que cuentan el origen de nuestra tierra y que atraviesan a gemelos, serpientes y divinidades cósmicas en común, hoy en día se encuentran separadas por barreras y fronteras imaginarias, creadas también desde un principio por el origen de lo que hoy conocemos como América, nombre dado por otros seres que como en las historias recién contadas, llegaron a poblar esta tierra; hombres barbados y blancos que escupían fuego y engañaron a los de las historias anteriores, para clasificarlos como salvajes y dándoles como nombres indios –solo porque se les confundió con un pueblo de otra latitud- y que de ahora en adelante vivirían recordando que la tierra que pueblan tiene el nombre de uno de los suyos, don Américo Vespucio, por eso nos llamaron y nos llamamos aún América. Y los pueblos en esta nueva historia trataron de ser sometidos a una sola lengua, a una creencia, a una cultura ajena, a la civilización regeneradora; pero este pueblo resultó ser desobediente ante lo que le imponían por la fuerza, y algunos de ellos resistieron porque así se lo habían enseñado sus padres, de esa forma, se negaron a vivir en sumisión y aparecieron hombres de este mundo, que al igual que en las tres primeras historias ayudaron a poblar esta tierra que pisamos. Es así como comenzamos a recordar en esta cronología latinoamericana a hombres y mujeres que nos alimentan en esta creación de continente; traemos a nuestra memoria a Tupac Amaru II, Tupaj Katari y Bartolina Sisa, como los líderes de las primeras revueltas populares de esta tierra mestiza contra el invasor. Sin embargo, contemporáneos a éstos, otros hombres y mujeres en otras latitudes de este gran continente sur, también se organizaron para combatir la opresión española, de esa forma escuchamos las historias de José Antonio Galán y Manuela Beltrán, conspiradores natos contra la corona y que conformaron la insurrección comunera. Éstos, al igual que los dirigentes de los Andes anteriormente renombrados, también fueron ejecutados y sus cuerpos desmembrados para dejar aparentemente inserta en nuestra memoria lo que no se debía hacer; rebelarse. Sin embargo, la respuesta fue otra, nuevamente hombres y mujeres luchando por su libertad y la de sus paisanos se organizaron para pensarse construirse en una sola y soberana tierra. Aquí nos detenemos y recordamos a esos hombres y mujeres que como Antonio Nariño, Policarpa Salavarrieta, (en la actual Colombia) Simón Rodríguez y Francisco de Miranda (en la actual Venezuela), Manuel Rodríguez (Chile), Manuel Belgrano y Juana Azurduy (en Alto Perú y en el Rio de la Plata), dieron la pauta para que les siguieran otros hombres de la talla de Simón Bolívar, José de San Martín, José Gervasio Artigas y Francisco Solano López en este vasto sur; sin olvidar por supuesto a Alexandre Petion y José Martí en el Caribe rebelde, esta historia por supuesto no hubiese sido historia, si dejáramos de nombrar a José Morelos y Francisco Morazán en México y Centroamérica. Así, hombres y mujeres nos hablaron de la posibilidad de pensarse una América diferente, un pueblo diferente y que como toda historia, se construye también con vicisitudes, tramas, y conflictos; como aquella que tuvieron los hermanos gemelos del Popol Vuh. Conflictos por intereses en las que poderosas fuerzas pretendieron continuar la acción dominadora del hombre por el hombre, incluso después de la expulsión de la corona Española; solo que ésta vez con la ayuda de algunos de los nuestros, de hombres nacidos en esta misma tierra. Dominación que con violencia se ha querido imponer, pero en la que la rebeldía también supo resistir al paso del tiempo y abrió camino a la memoria del ejemplo construido, llevando a que en tiempos más cercanos surgieran nuevamente hombres que acompañaron a otros hombres y mujeres por caminos de libertad; apareciendo en esta historia y en este cuento que es más que cuento, una revolución contra un enemigo que entró a casa con dueños de nuestra misma piel, así, se levanta una revolución social que en aquel México de principios del siglo XX, nos dio la posibilidad de construirnos y pensarnos no sólo en autonomía, sino bajo nuestras mismas posibilidades. De allí que paisanos como Emiliano Zapata y Francisco Villa bajaran a esta tierra, abriendo el camino para que otros en esta misma etapa plagaran de futuro la América, ellos Farabundo Martí, Augusto Cesar Sandino, Juan José Arévalo Bermejo, Jacobo Arbenz Guzmán, Eloy Alfaro Delgado, Víctor Raúl Haya de la Torre, José Carlos Mariátegui, Getulio Vargas, Juan Domingo Perón y Evita; esto, sólo por nombrar a unos pocos de la primera mitad de un siglo convulsionado como lo fue el XX de la era impuesta por los cristianos; pero este camino no paró allí, siguió haciéndose y la América hoy se construyéndose con los ejemplos visionarios del Che y Camilo Cienfuegos, de Camilo Torres, Arnulfo Romero, Salvador Allende, Víctor Jara, Alí Primera. Chico Mendes o Jaime Pardo Leal, de todo un pueblo que ahora camina de la mano de nuevos hombres en la que se reproduce nuestra voz, nuestra alegría y la esperanza de una sola bandera que busca seguir definiéndose en esta cronología de la rebeldía americana, con la idea de hacerse a una sola patria grande sin fronteras, sin barreras e incluso con la posibilidad de llamarse diferente a la que nos legó el blanco conquistador. Tierra que no solo recuerda la bravura de sus gentes, sino que no olvida, porque su origen también ha estado marcada y surcada por la sangre de quienes nos dejaron su legado, entre ellos más de 30.000 detenidos – desaparecidos en la Argentina, así como de los millones de marginados de todo este gran continente que sigue sublevado… de toda esta Indo-Afro-Latinoamérica que nunca más será la misma…que caminó y sigue abriendo brecha para ser una sola y libre… una tierra que labra su propia historia, para que nuestras próximas generaciones cuenten la historia de cómo hubo una vez en el tiempo, una “raza” de hombres y mujeres libres que organizados como hormigas, lucharon por su conquistar su propia independencia.
