La reconocida actriz Catherine Deneuve se sumó a un grupo de cien mujeres francesas que firmaron una carta haciendo fuertes críticas al movimiento anti acoso #MeToo por crear un clima "totalitario" que castiga injustamente a los hombres por coquetear "insistente o torpemente", y por infantilizar a las mujeres y socavar la libertad sexual de las personas.
No podría estar más de acuerdo con esta crítica y para el caso colombiano, como es usual, el asunto legal para “proteger” a la mujer de acoso y violencia de género resultó siendo un oxímoron al mejor estilo criollo. En Colombia puedes terminar en la cárcel por el mero hecho de enamorarte de una empleada, el mas mínimo coqueteo o cortejo puede ser un acto de “acoso” que inmediatamente activará una ruta de denuncia y criminalización de un acto tan simple y natural como lo es el enamoramiento.
Resulta ser lo más absurdo que un jefe no se pueda enamorar de una empleada pues esto automáticamente lo convierte en un delincuente, la única forma que puede llegar siquiera a regalar una simple flor a su empleada sin que esto se configure como un acoso es renunciando a su trabajo así que la ley lo condena a: “te enamoras en silencio y te mantienes en tu cargo o grita tu amor renunciando a tu cargo o yéndote para la cárcel”.
Otro absurdo caso es tipificar como acoso al hecho de pedirle a una mujer tener sexo y nada más, si conozco a una mujer que despierta mis mas agresivos deseos sexuales y de repente le digo: “Quiero tener sexo contigo y nada más” también se tipifica como un acoso, o darle un piropo -naturalmente decente- en la calle.
Todas estas exageradas manifestaciones de feminismo totalitarista atentan directamente contra las libertades sexuales y se tornan en un constructo antinatural que solo consigue poner a la mujer en grado de indefensión aterrador, es decir, convierte a la mujer en un ente exageradamente protegido por la ley como si ellas por sí mismas no pudiesen ostentar un grado de autonomía en asuntos sexuales que les permita discernir entre que es acoso y que no lo es, además, disfrutar de su sexualidad a sus anchas.
Otro asunto problemático es cuando algunas mujeres abusan de su condición utilizando la seducción para lograr acceder a instancias que de otra forma no podrían, valga la aclaración en este punto, una mujer debe lograr su éxito por sus capacidades y aptitudes, independientemente de su género, pero no debe utilizar el mismo cuando se da cuenta que por las vías regulares no logrará el éxito. Lo anterior con el agravante que si utiliza sus cualidades femeninas con este propósito, obviamente será con una figura de autoridad quien podría terminar enredado si llegase a seguir el juego de la seducción.
En este tema del feminismo aun quedan muchos aspectos por ajustar, el totalitarismo femenino no es la vía para propiciar una verdadera y respetuosa equidad de genero en un ciudad ultra-machista como la colombiana.
Cuando amar se vuelve un delito
Dom, 21/01/2018 - 03:59
La reconocida actriz Catherine Deneuve se sumó a un grupo de cien mujeres francesas que firmaron una carta haciendo fuertes críticas