De Rojo Escarlata a Rojo Oscuro.

¿Que si nos duele? ¿Que si nos entristece? ¿Que si nos sumerge en la mas profunda decepción? Claro que si, esa es la respuesta a la mala hora que esta pasando nuestro equipo. Pero no se equivoquen los que creen que la respuesta es tan sencilla, o que la solución va a ser sencilla. Debemos comenzar por definir el problema, solo así saldremos de ello. Las pésimas campañas dan como resultado que en cinco de los últimos seis torneos estuvimos por fuera de las finales y tuvimos cinco técnicos en tres años. El último gran momento deportivo de América fue en el 2008, cuando el equipo dirigido por Diego Umaña llegó a las dos finales del semestre: perdió la primera por penaltis, frente al Boyacá Chicó, y ganó la segunda, contra el Medellín. Ese colchón de puntos le permitió al equipo mirar sin líos la tabla del descenso en el 2009 y 2010.  Pero esos puntos se fueron este año, y con ellos, llegaron las angustias, agravadas por el pésimo rendimiento del 2009: fue último en el acumulado del año y en el segundo semestre. En el primero, había terminado en el puesto 11. El año 2010 no fue la excepción, en el 1er semestre el equipo termino de 16, producto de los problemas económicos y administrativos, lo cual se repitió en el 2º semestre, que aunque termino peleando por la clasificación, finalmente termino de 10. El 2011 fue el menos malo de los tres que sentenciaron la caída del América, pero tampoco nada del otro mundo: puesto 12 en el primer semestre, y en el segundo semestre al equipo le alcanzó para obtener una milagrosa clasificación a las finales, pero no para evitar un descenso que se venía desde hace tres años. Así fue como el América de Cali se ha venido viendo afectado por una crisis económica, administrativa y deportiva, cuyo inicio se dio cuando el equipo fue incluido en la lista Clinton por cuenta de los dineros que fluyeron desde el narcotráfico, y que ahora representa la Corporación que lo maneja y que no lo ha querido soltar para que el equipo vuelva a nacer. Ojala esta tragedia sea el acta de defunción de la Corporación, que ya no es sino un lastre para la institución americana. Ahora, para terminar la payasada de los miembros de la CORPORACIÓN, están buscando en el escritorio lo que no pudieron conseguir en la cancha. Hasta el momento que escribo esta columna, los directivos del América analizan entablar una demanda contra el partido de vuelta con PATRIOTAS por el hecho que un delegado sancionado estaba presente en la cancha. Yo soy Americano, y así no es como se consiguen resultados. Con entereza, y con mucha dignidad, el América tiene que mirar y planear su futuro próximo. Hay que pensar en el torneo de la B, pues no es tan fácil como todos creen, y además si los problemas del América persisten, o peor se profundizan, podemos estar fuera de la liga profesional muchos años. En el torneo de ascenso, la gran historia en la A no es garantía de regreso inmediato y están los ejemplos para demostrarlo: Cúcuta Deportivo, Atlético Bucaramanga y el propio Unión Magdalena, donde al primero le costo casi una década regresar, el segundo no ha podido regresar desde el 2008, y el tercero no lo ha hecho desde el 2005. Las claves para volver a ser un equipo importante son las mismas de un equipo en la primera división, o en la B, y el América tiene que atacar cada una de las siguientes para soñar de nuevo en ser un gran equipo de fútbol: CAMBIO ADMINISTRATIVO; no solo se trata de una mejor administración, sino de una nueva administración. La corporación tiene que hacerse a un lado y permitir el resurgimiento del América. Este resurgimiento debe partir con la democratización, con la creación de una nueva estructura accionista y nuevos directivos. APOYO DE LOS HINCHAS; se que no es fácil pedirle a los hinchas que apoyen al equipo después de este descalabro, pero ser Americano representa muchas cosas, mucha historia y muchas alegrías. Arriba los hinchas, que los jugadores nos necesitan. JUGADORES PROFESIONALES: El América requiere mas que jugadores con corazón, requiere verdaderos profesionales que ejecuten un plan de juego, y que armen un gran equipo para jugar bien al fútbol. Todo esto pasa por un buen técnico, alguien con experiencia que este dispuesto a medírsele al reto de regresar el equipo a la categoría profesional. Nota de cierre: En la ciudad de Cali hay algunos alegres con el descenso del América, lo cual no tiene sentido, pues ya no habrá clásicos, ya no tendrán 2 equipos en la liga profesional, la capital deportiva de Colombia tendrá un gran estadio sin fútbol profesional, y por ultimo ya no tendrán las alegrías, que un equipo como el América, sabia dar con frecuencia.