Hace unos días leía en El Espectador una columna de Juan Pablo Calvas que me llamó la atención, debo confesar que la leí porque el solo título ya me ofendía: “El Balcón inútil”… pensé que era una diatriba más de nuestros medios de comunicación cuyo pasatiempo primordial en estos días es deslegitimar la indignación social que se manifestó durante varios días en la Plaza de Bolívar con motivo de la destitución de Petro.
Pensé, cuando con una sensación de hastío leía aquel título, otro seudoperiodista más insinuando que las marchas en la Plaza de Bolívar eran famélicas manifestaciones de funcionarios del Distrito defendiendo a su jefe natural, otro seudointelectual burgués incapaz de ver a través de su campo de golf el país que respira a sus espaldas. Otro y otro irrespeto más, otra manifestación de desdén y arrogancia de una clase social incapaz de reconocer los movimientos sociales que se gestan en medio de tanta arbitrariedad, de tanto cinismo, de tanta miseria, de tanto desconocimiento de los reclamos genuinos de un pueblo que se ahoga en medio de la indignidad a la que ha sido sometido por esta clase “aristocrática” criolla y política a lo largo de su historia. Recordé la frase de un amigo que en medio de una discusión acerca del tema me decía: “Es que esta aristocracia es bruta y no aprende de los errores del pasado, no se dan cuenta que esta guerra que lleva más de 50 años desangrándonos empezó por dos gallinas y tres marranos que simbolizaron el menosprecio de esa clase gobernante por los “pequeños” reclamos de unos campesinos” en resumidas cuentas, no se dan cuenta de que esa falta de reconocimiento a esas clases menos favorecidas, a esa “plebe”, es la que ha cobrado miles y miles de muertos en el suelo colombiano, y aun así, esa aristocracia, esa clase política, esa clase mediática, esa justicia, los sigue desconociendo… no hemos aprendido nada en más de 50 años de guerra. Pensé por enésima vez, cuando leí aquel título.
Sin embargo, luego de leerla y a pesar de que no comparto algunas de las cosas escritas por el columnista, hubo algo con lo que sí estuve de acuerdo y era la esencia de la columna misma y lo puedo resumir en esta frase del mismo autor: “Lamentablemente, somos un país de indignaciones fosforadas, donde la chispa del inconfomismo enciende fácil, pero se apaga a los cinco segundos”… Y por supuesto, no pude dejar de recordar otra conversación con el mismo amigo que menciono líneas atrás, en la que él me decía que creía profundamente que de esas manifestaciones en la Plaza de Bolívar podía emerger un gran movimiento social que hiciera temblar las estructuras mismas de nuestro sistema criolloaristocrático… perdón democrático…. Y recuerdo perfectamente que yo no compartía tal afirmación, y no la compartía por la misma razón que reclama Calvas en su columna, esta es una sociedad de indignaciones fosforadas, de “movimientos sociales” incipientes que jamás han podido poner al sistema contra la pared como si sucede en otros países, porque las indignaciones se diluyen en el camino, porque se dejan invisibilizar, porque se venden al mejor postor. Porque somos una sociedad que ha permitido que la fragmenten en pequeñas porciones, en la que no hay una ideología real, una identidad que nos haga reclamar un verdadero reconocimiento, un reconocimiento que nos permita reclamar dignidad, dignidad ciudadana, dignidad política, dignidad ideológica, dignidad social, porque somos una sociedad que tiene clara su-misión, sumisión al jefe, sumisión al burgués, sumisión al doctor de turno y si es extranjero mejor… por eso seguimos permitiendo que vengan las multinacionales a devastar nuestros recursos naturales, por eso seguimos permitiendo que se mueran las personas que amamos en la puerta de los hospitales, por eso no apoyamos los reclamos por una educación de calidad, digna… por eso y por muchas vejaciones más que hemos permitido como pueblo colombiano… por eso, tristemente al igual que Calvas, no creo que de las grandes manifestaciones en la Plaza de Bolívar, que respeto profundamente, surja un movimiento social que realmente nos haga remover las estructuras de nuestra sociedad. … Finalmente si puede llegar a ser un “Balcón Inútil”, porque con el paso de los días todo seguirá igual y los hijos de los que siempre nos han gobernado, nos seguirán gobernando igual.
@weneardi
El “Balcón Inútil” de Juan Pablo Calvas
Lun, 03/02/2014 - 12:59
Hace unos días leía en El Espectador una columna de Juan Pablo Calvas que me llamó la atención, debo confesar que la leí porque el solo título ya me ofendía: “El Balcón inútil”… pensé