El Fútbol Americano explicado a novatos

En el imaginario colectivo de muchos colombianos, el Fútbol Americano es un deporte de trogloditas obesos que se pegan unos a otros sin ningún orden o estrategia, un espectáculo que tiene por seguidores  a típicos gringos que se sientan frente a sus mega-televisores con alitas picantes, costillas de puerco y cervezas. Esa creencia popular suramericana es mi motivación principal para publicar este blog.  Enamorarse del Fútbol Americano es difícil, es casi como enamorarse de una mujer: al principio la ves y te gusta, te acercas, sales con ella y empiezas a no entenderla; te alberga la confusión y tienes dos opciones, dejarla o intentarlo. Si la dejas, ya estuvo, no pasó nada. Si lo intentas, te arriesgas a  enamorarte. Entender este deporte es difícil, no lo voy a negar. No es tan simple como patear un balón intentando introducirlo en un arco. Las reglas del Football son complejas y además, son muchas. Cada acción dentro del juego está regulada y si le sumamos que es un deporte hecho para la T.V. (por lo cual tiene innumerables pausas durante el juego), a un novato  puede parecerle tedioso e incomprensible. Sin embargo,  si se decide a  profundizar en él, es muy probable que encuentre su esencia: el equilibrio perfecto entre fuerza e inteligencia. La NFL, la liga profesional de Fútbol Americano de los Estados Unidos, mueve más dinero que cualquier otra liga en ese país. Los ratings más altos de la historia de la TV norteamericana pertenecen a partidos finales  (Super Bowls) y los domingos de septiembre a enero, cuando se juega la temporada profesional, todo un país está pendiente de treinta y dos equipos. Esos datos no pueden ser coincidencia. En la NFL, cualquier equipo puede ganar, hay competencia, hay emoción. Un 0-0 es  prácticamente imposible, y si lo hubiera, posiblemente sería considerado un gran partido por los planes defensivos de los equipo. Hay quien ha dicho que el Fútbol Americano es lo más parecido a un ajedrez humano, y la verdad, no está para nada equivocado. Un equipo profesional está compuesto por cincuenta y tres jugadores, aunque en cada jugada sólo puedan jugar once. Los planes de juego y el libro de jugadas son tan gordos como una Biblia y tan difíciles de entender como un libro de cálculo diferencial.  Los equipos están compuestos por tres unidades diferentes (ofensiva, defensiva y cuadros especiales). Cada posición  cuenta con un entrenador, el cual es liderado por un coordinador, que a su vez responde al head coach. Un partido de la NFL puede cambiar su rumbo en tan solo un par de jugadas; los equipos son muy parejos gracias al tope salarial y al draft universitario (los cuales espero explicar en una próxima publicación), lo que permite que todos sean contendores al campeonato. Inicia el otoño en los Estados Unidos, signo inequívoco de que la  temporada de Fútbol Americano está en juego, y yo, a través de CUARTA Y PULGADAS intentaré semanalmente dar un vistazo a este apasionante deporte. Pueden enviar sus comentarios y sugerencias a camilo.bonillaperez@gmail.com y seguirme vía Twitter en @NFL_Colombia.