Es una ciudad de ruidos, ruidos de calles destapadas,ruidos de trafico,ruidos de perros, ruidos de lluvia y rudios de edificios, muchos edificios, los edificios como lo diria Gustavo Tarretto ”son cada vez mas pequeños para darle lugar a nuevos edificios mas pequeños aún. Los edificios se miden en su diseño desde los que tienen buena arquitectura hasta la conocida caja de zapatos. Los edificios como casi todas la cosas pensadas por el hombre están hechas para que nos diferenciemos los unos de los otros”.
Bogotá le da la espalda a su montaña y construye sobre ella, es una ciudad donde se crean miles y miles de edificios sin ningúna idea o criterio alguno, al lado de uno muy alto hay uno muy bajo, al lado de uno racional, hay uno irracional, al lado de un estilo ingles hay uno sin ningún estilo. Probablemente la arquitectura de Bogotá nos refleje como somos realmente – personas con irregularidades en su forma de ser o pensar. Demuestra una falta de planeación como nuestras vidas, la vamos haciendo sin tener la mínima idea de saber como queremos que nos quede. Su arquitectura es una clara falta clara de identidad y al mismo tiempo un valor agregado que la vivienda popular ha creado en la ciudad.
La casa popular es la riqueza de los pobres y la riqueza esta en sus espacios, es una riqueza arquitectónica, de tipologias: espacios de trabajo, espacio de descanso y espacios para recreación, es increíble como estas viviendas llevan una misma lógica pero cada una de ellas es diferente a la otra como llevándonos a mundos distinto dentro de un mismo todo.
Cada edificio es una caja de zapatos en la ciudad y la persona camina entre cajas y cajas de zapatos sin ningún interés y motivo. El espacio publico se ha convertido en la transición de nuestra casa a nuestro trabajo o a la universidad, la calle ha perdido su valor agregado y los mismos edificios se han encargado de aniquilar la calle y crear ese único mono ambiente que llamamos hogar.
“Estoy convencido que las separaciones y/o divorcios, la violencia familiar, el exceso de canales de cable, la incomunicación, la falta de deseo, la abulia, la depresión, los suicidios, las neurosis, los ataques de pánico, la obesidad, las contracturas, la inseguridad, el hipocondrismo, el estrés y el sedentarismo son responsabilidad de los arquitectos … de estos males salvo el suicidio padezco todos”.Gustavo Taretto – (fragmento medianeras)
Entonces como sabia tarreto los arquitectos debemos convencernos que somos responsables mas allá del diseño y la construcción, es del modo de vida en que convertimos a las personas en un espacio. Podemos alegrarlas o enfermarlas… que seria de Bogotá con una buena arquitectura, seria la misma?, como seria el cambio en sus ciudadanos? Como sería usted o como sería yo…