Hace unos días tenía pensado seriamente publicar un artículo más modesto, con temas menos pretenciosos, pero ¿Cómo hacemos estimados lectores? Si lo que ha venido sucediendo en el país, en estos tiempos de “tormenta” me obliga a pensar que definitivamente hay paro y no es a mis espaldas. Como no protestar, cacerola en mano, si es que la gasolina está tan cara que a algunos congresistas no tienen “como pagar la gasolina de dos vehículos”, si los TLC “nos los metieron con vaselina”, si a nosotros, los que andamos “entre porro y porro y pase y pase” nos enciende que se esté perdiendo nuestra soberanía alimentaria en manos de algunas multinacionales.
Y debo admitir que como buenos “zarrapastrosos” no nos importa viajar en clase económica, ni tampoco nos importa salir a la calle en ruana y zapato “made in” Colombia para decir que se sienta el paro colombiano “… que se sienta, todos juntos como hermanos, porque somos más, jalamos más parejo, porque estar siguiendo a una bola de pendejos que nos llevan por donde les conviene y es nuestro sudor el que los mantiene…” y ya me puse a cantar… ¿la recuerdan? … La canción Gimme the Power de Molotov, digo yo.
Pero en medio de estas reflexiones, no se nos pueden olvidar varias cosas, como por ejemplo que la “mano negra” perdón, la mano firme de un expresidente, tuvo un corazón grande para con las multinacionales y trabajó, trabajó y trabajó para que el campo AIS… perdón ASI como está quedara en manos de unos pobres ricos de la costa colombiana y no contento con eso, le daban ganas de “darle en la cara marica” a cualquiera que le advirtiera que si seguía promoviendo los TLC´s, esta debacle iba a suceder… entre otras cosas, porque es bueno recordarle al país que aquí, el muerto es de otro o de otros, así por los lados de la séptima con séptima hayan colaborado y mucho, con su entierro.
Esto no se soluciona a punta de “electrochoques”, receta favorita de Pachito Santos, a la economía del campo, porque los electrochoques, duran poco y cuando el muerto está bien muerto no son suficientes para revivirlo. El problema que existe es un cansancio generalizado, no solo en Colombia, sino en el mundo entero, un cansancio que la gente no alcanza a identificar con claridad y que tiene su sede en el Banco Mundial. Hay que ver si ese cansancio es suficiente para “meterle perfume a ese bollo” que nos dejó el legado neoliberal de la difunta Margaret Thatcher y por fin la ciudadanía de Colombia y el mundo se organiza para realizar un debate profundo alrededor del modelo económico que nos gobierna, y logra ser, además, consecuente en las Urnas. Me gustaría no estar alucinando con esa leve esperanza, como quien ve difuntos en los pajaritos, me gustaría que por lo menos en Colombia ese “Tal paro” nos sirva, sin más violencia, para redefinirnos como sociedad y entender que la cosa política no es algo ajeno a nuestra vida o circo sin fin de frases celebres que van y vienen de nuestros gobernantes, sino que está tan presente como los campesinos en quiebra y los seres amados que se nos mueren en la puerta de los hospitales…
@weneardi
Hay que llevar la protesta a sus justas proporciones...
Lun, 02/09/2013 - 00:57
Hace unos días tenía pensado seriamente publicar un artículo más modesto, con temas menos pretenciosos, pero ¿Cómo hacemos estimados lectores? Si lo que ha venido sucediendo en el país, en esto