Izquierda-Derecha “Del mismo modo, en el sentido contrario”

Llama la atención cómo muchos columnistas y políticos conocidos por su pensamiento de izquierda, llevan semanas haciendo maromas para encontrar un resquicio que justifique, o matice, la masacre de los once soldados en el Cauca en Abril pasado. Tarea difícil. ¨No estoy justificando el brutal golpe, pero no todo en la guerra es blanco o negro. Hay zonas grises que ninguna de las partes suele aclarar¨ dice Alfredo Molano, con el tono de ambigüedad típico de quienes no han sido capaces, o no han querido, reconocer, ni mucho menos condenar, este tipo de acciones, que los comandantes en Cuba, con soberbia y confiados en la ingenuidad del país, justifican como una acción defensiva de sus guerrilleros. “Yo creo que rompimiento a la tregua y provocación al rompimiento de la tregua lo hubo durante todo este tiempo¨ dijo Piedad Córdoba, como queriendo echarle parte la culpa al ejercito de la emboscada, para después decir que la masacre demuestra la necesidad de un cese bilateral del fuego. No deja de sorprenderme que incluso algunos hayan tratado de justificar la masacre con argumentos tan rebuscados como el de que el ejército se encontraba en un polideportivo en el momento del ataque, como si esto fuera razón suficiente para matar a alguien. Tampoco he sido capaz de entender las maromas teórica que tienen que hacer para, en su doble discurso, reclamar el derecho que tienen las Farc a salir desde La Habana directamente al Congreso, sin pasar antes por La Modelo o Bellavista, mientras hace diez años se rompían las vestiduras, con razón, cuando un asesino de la talla Mancuso fue a dar un discurso de dos horas al congreso, o porque los jefes paramilitares iban a la cárcel a pagar ocho cortos años por delitos tan atroces como los que comente esta guerrilla. El doble discurso, que hay que decirlo, es usado por todo el espectro ideológico en nuestro país “del mismo modo y en el sentido contrario”, pues ya veremos cómo reaccionarán los de la derecha, que permitieron a paramilitares visitar la Casa de Nariño “de espaldas al país”, cuando sea un criminal de la talla de Iván Márquez, el que vaya no solo a dar discursos al congreso, sino a legislar por los próximos cuatro años. Tal vez haya que decir que en ambos casos lo único que queda demostrado, es que la justicia nuestra ha claudicado ante este tipo de delincuentes, por la incapacidad del Estado en hacer cumplir la ley. Y capituló, y va a capitular, negociando penas con criminales que nunca pudo someter. Triste realidad. Lo que no podemos olvidar, contrario a lo que muchos de los acalorados columnistas puedan opinar, es que hoy por hoy no es Uribe el que, cómo equivocadamente piensan, es el principal enemigo de la paz en Colombia, pues el conflicto ya existía antes de él y continúa después de él. El principal enemigo de la paz sigue siendo, sin duda, las Farc, que son las que continúan armadas, acechando y echando tiros en el monte.