La estrategia de los hermanos Godos funciono.

En el artículo anterior me referí precisamente a la estrategia de algunos políticos que pretendían exigir al Registrador aplazar la jornada electoral para que el resultado no interfiriera con las elecciones parlamentarias del 9 de marzo; utilizando una táctica inescrupulosa como fue poner al Gobierno de Juan Manuel Santos a decir que eso costaba mucho y no hay plata para la jornada propuesta por la plutocracia Bogotana; pues han pasado siete días desde la publicación del anterior artículo y mi premonición se cumplió. El Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, miembro del Clan de los hermanos Godos ha logrado, como el mago de piñata, sacar del sombrero de copa un gran conejo y le ha estampado la cerca de dedos en el crucifijo de los mocos (recordando a David Sánchez Juliao)  con el mayor cinismo y sin muestra alguna de bochorno a toda la sociedad democrática, pasando por encima de preceptos legales y claramente pisoteando la Constitución, pero acatando las órdenes provenientes del Opus Dei que dejan clara su necesidad de sacar a sombrerazos al Alcalde, legítimamente electo, Gustavo Petro. Hoy en la mañana escuche a la Registradora Distrital, señora Esperanza Mejía, argumentando por qué no se podría llevar a cabo la jornada el 2 de marzo, ella “de forma muy seria” decía que los dineros debían estar en poder de la Registraduría como mínimo 30 días antes a la fecha estipulada para la votación; y entonces uno de forma desprevenida y desinformada se pregunta, si así son las cosas, por qué se emitieron cuñas invitando a votar el 2 de marzo y sí definitivamente el Gobierno de Juan Manuel Santos no giraba los recursos por qué no informaron de forma decente a la campaña que defiende la permanencia de Petro en la Alcaldía hasta el 31 de diciembre del 2015. Ahora bien, tras este acercamiento, decente de por sí, a la estrategia evidente de la extrema derecha contra los intereses de los seguidores y defensores de la Bogotá Humana, intentaré ofrecer una lectura sesgada y subjetiva, así como se acostumbra en los medios de comunicación colombianos: estoy convencido que la Extrema Derecha representada por lo que hoy se denomina Centro Democrático y un ala mayoritaria del Partido Conservador vieron frustradas sus intenciones de retornar al poder económico que los tiene con duelo desde la llegada de Gustavo Petro a la Alcaldía de Bogotá y como cada día surgen nuevas evidencias sobre el proceso que altaneramente pretendió destituir a Petro desde la capilla denominada Procuraduría y las mayorías en las calles evidenciaban su respaldo a la Bogotá Humana; además de no poder soportar que Pacho Santos conocido en las redes sociales del bajo mundo como “El Electrocutador” sufriera otro revés político pues se mandaron con su alfil, el Ministro de Hacienda a ponerle palos en la rueda a lo que se estaba convirtiendo en la Refrendatoría del Gobierno de Petro. Santos, que actúa como una monedita de oro, pretende pasar de agache en todo este asunto, pero le llegó la hora de asumir la responsabilidad política y decirles la verdad a los ciudadanos sobre el aplazamiento de las elecciones. Vuelvo con mi interpretación: Yo estoy seguro que la plutocracia colombiana, mayoritariamente rancia oligarquía residente en Bogotá, está atormentada con los éxitos y avances sociales de la Bogotá Humana y están convencidos que si dejan que Gustavo Petro culmine, como debe hacerlo legal y constitucionalmente, su período para el que fue elegido, sale con todas las charreteras y experiencia requeridas directo a ser presidente de la República; y esto les hace doler las entrañas, porque si ha logrado transformar la ciudad para el beneficio de los más pobres e impedir que los recursos públicos se pierdan en las arcas de unos pocos que se creen los dueños del país, siendo Presidente, como lo será en el 2018, transformará la historia de Colombia.   @gabobenavidesb