En la red social se está creando una tendencia que incita a la violación y al acoso hacia las mujeres.
Quien lo iba a creer. Youtube se convirtió rápidamente en una plataforma tan importante como la televisión. Algunos opinan que se democratizó la producción de contenidos porque ahora cualquiera puede tomar su celular y hacer un blog o un video haciendo ruidos extraños y retos de huevos.
Otros le apuestan a contarle a sus millones de seguidores su identidad sexual en una confesión ultradramática que resulta jocosa y poco seria. Pero ahora la moda es grabar a escondidas a amigas, primas y hasta profesoras en eventos que terminan en algunas ocasiones en hechos de acoso y quien sabe en cuanto más, en violaciones sexuales, y Colombia no escapa al fenómeno.
No se tiene claridad sobre en qué país los jóvenes acosadores empezaron a grabar a escondidas, pero rápidamente los videos se han viralizado y cientos de youtubers en Argentina, México, Chile, Perú y Colombia promueven descaradamente estos hechos que sin duda pueden ser categorizados como violentos.
El procedimiento es colocar una o varias cámaras escondidas en la sala de una casa o una habitación o la cocina o cualquier lugar en donde no haya nadie más para hacerle una supuesta broma a la chica diciéndole que lo que el acosador quiere es tener sexo.
En algunas ocasiones las jovencitas amenazan con gritar, piden irse o terminan cediendo ante la intensidad y los intentos de besos de sus victimarios.
Pero evidentemente aún así podría entenderse que son serios casos de abuso sexual. Lo grave es que miles y, en algunos casos, millones de jóvenes en todo el mundo están observando con avidez la estrategia para reproducirla en sus vidas o abrir nuevos blogs en Youtube para hacer lo mismo. Otro modus operandi es empezar chats privados y eróticos a través de Whatsapp o Facebook con otras mujeres que no tienen la menor idea de que están violando su intimidad.
Ese es el ejemplo de miles de niños en Latinoamérica, esa es la ambición que tienen hoy los chicos de nuestra sociedad ante los padres que siguen durmiendo en un eterno letargo de ignorancia entregándole a los bebés sus celulares de pantalla gigante para que aprendan a usarlos como sus propias manos en poco tiempo.
Según Redpapaz, mientras que en Francia el promedio de edad en la que los niños adquieren su primer celular inteligente es los 15 años, en Colombia es a los 10. ¿De quién es la culpa entonces?
Aquí están algunos ejemplos.
En México:
LuisReady, tiene casi 27.000 suscriptores en Youtube y uno de sus videos tiene el título “Broma a mi amiga que quiero coger con ella (interesada)”. Ese video lo vieron cerca de 633.000 personas. Básicamente el video consiste en una chica que el youtuber dice que es su amiga. Ella quiere ser youtuber también y él le insinúa que si quiere recibir consejos le tiene que pagar. Ella por supuesto no sabe que está siendo grabada y el profesional editor pixela su rostro para que no se sepa de quien se trata.
Una acción muy valerosa éticamente.
En otro de sus videos hace lo mismo y tiene más de dos millones de reproducciones. La prueba incontrovertible de la democracia virtual.
En Argentina:
Nichools tiene diez mil suscripciones y un video que se llama “Broma a mi prima que quiero coger con ella”. Ese contenido tiene 447.000 vistas y es exactamente lo mismo que el último caso. En varias ocasiones la que se supone es la prima del protagonista le reitera: “no me toques, no me toques. No, no, no". Aquí se incita a irrespetar la decisión de una mujer cuando no quiere acceder a tener un encuentro sexual.
Y en Colombia:
Maicol Robles parece ser un youtuber principiante. Uno de sus videos se titula “Broma a mi amiga que quiero coger con ella. (final inesperado)”. Allí aparece con una camiseta de la selección Colombia. No podría pasar nada diferente. El youtuber trata de acariciarla y ella repetitivamente le dice que no. Se aleja de él y él se acerca. De hecho, en un momento ella le dice que mejor se va porque está muy extraño. Él le roba un beso y le dice: “Ay venga” y ahí termina el video. El youtuber concluye diciendo: “Esta china se fue enojada, pero más que sea le pude sacar alguito”. Cuenta con más de 50.000 reproducciones.
Un caso más:
Kevin Daza tiene 117.000 suscriptores y un video que se titula “Broma a mi amiga, tengamos sexo y pasa esto”. Se repite una vez más la situación. Él trata de besarla y ella dice: “No, no, no”, pero él insiste con la justificación de que es una broma a escondidas. Vuelva a tratar de besarla con fuerza y ella le pide que se vaya de su casa, pero el “influenciador” no se da por vencido. Al final del video, cuando su amigo le dice que se trata de una jugarreta, la chica exclama que pensaba que la iban a violar, lo que en efecto no estuvo lejos.
Youtube está plagado de decenas de páginas con este contenido inspirador para nuestros jóvenes. Lo más preocupante es que quienes hacen los videos son niños. Por su apariencia física se nota que en la mayoría de casos los youtubers no tienen más de 20 años.
Para concluir, surgen varias preguntas. ¿En dónde están los padres de familia que parecen validar lo que hacen sus hijos en Youtube?, ¿Acaso es posible que los videos sean vistos por cientos de miles de personas, menos los responsables de los menores?, ¿qué están haciendo las autoridades ante estos casos que promueven claramente el abuso y acoso sexual y el irrespeto a las mujeres?, ¿en dónde está el ICBF?
Si los padres prefieren regalarle a sus hijos celulares iPhone última generación para grabar videos a cambio de las ediciones de Gabo, Borges y una biblia de paso, pronto esta sociedad estará plagada de violadores que no grabarán sus bromas, las harán realidad ante los likes y la mirada cómplice de todos los que no hacen algo al respecto.
@santiangelro
