Los animales salvajes tienen la capacidad de incorporar posturas, muecas y gruñidos para sobrevivir. Su instinto les va diciendo que hacer para el bienestar de su manada. El mamut, como suele decirle Bayly al dictador Maduro, no presenta esa habilidad que comparten las fieras de la naturaleza. Por el contrario insiste en acabar, extinguir o expropiar todo lo que le rodea. Con el mayor respeto que merece esta especie extinta, hay que entender que el dictador de Venezuela quiere intimidar a sus enemigos. ¿De qué forma? Como lo mostraron en las noticias esta semana, corriendo rodeado de sus generales. Es un hecho que en realidad no tiene forma. El camarógrafo que registraba el supuesto entrenamiento militar, imagino que tuvo que acelerar el paso al ver, como si fuera una estampida de elefantes que se le acercan sin freno que los detenga.
Venezuela está a poco tiempo de cambiar su régimen opresor a uno democrático. Uno que garantice la libertad de su pueblo. Para eso, el mundo entero debe inclinarse hacia las iniciativas que lidera el ya reconocido presidente interino Juan Guaidó. Maduro debe entender que lo mejor para los venezolanos y para él mismo es que renuncie al poder. La tan añorada revolución tiene a niños pasando hambre y políticos que por pensar diferente están presos o en el exilio.
Nunca es tarde para correr hacia la dirección correcta. En este caso, la comunicad internacional reconoció a un político joven como la persona encargada del restablecimiento del orden y la justicia en Venezuela. Mientras tanto, Maduro sigue atornillándose en el poder, saber que le queda poco tiempo para manipular a todo un sistema a su gusto lo empuja a hacer cada vez más el ridículo. Un ridículo que da risa por la cantidad ilimitada de momentos vergonzosos. La carrera que Maduro compite muy pronto lo dejará en un tribunal de justicia o en Cuba.
Maduro corre
Jue, 31/01/2019 - 16:53
Los animales salvajes tienen la capacidad de incorporar posturas, muecas y gruñidos para sobrevivir. Su instinto les va diciendo que hacer para el bienestar de su manada. El mamut, como suele decirle