La crisis que vive hace algunos días el Metro de Medellín por la caída de un muro de contención que afecta a más de 80 mil usuarios sirve para hacer un parangón con la situación de Transmilenio en Bogotá, desde la perspectiva del manejo mediático.
En su mayoría, los medios de comunicación televisivos nacionales hacían notas, pero no con la profundidad requerida para una problemática que involucra a miles de personas en la segunda ciudad más importante de Colombia.
No se buscaron responsables, ni se cuestionó con intensidad a alguien. Aquí es donde uno se pregunta por qué no se hicieron trabajos periodísticos como los que ocurren con Transmilenio, que le buscan diferentes ángulos inclinados hacia la crítica no todas las veces constructiva a la administración de Gustavo Petro. Pero con lo de Medellín eran simples reportes superficiales comentando la anécdota. Claro, da la sensación de que como en la capital antioqueña está Aníbal Gaviria de corte liberal pues dejan así. Y lo de Bogotá como está relacionado con alguien de izquierda pues a eso sí, hay que darle relevancia.
En las noticias se plasma la incomodidad e inconformismo de los usuarios del emblemático Metro será que esta crisis es de segunda categoría y no importa.
Ahora bien, las situaciones del Metro y Transmilenio son diferentes. En Medellín se presentó una contingencia pero allí también se puede dar un asunto de responsabilidad civil y política. En Bogotá, según algunos sectores, el único responsable del caos en Transmilenio es Petro, sin tener en cuenta que es un sistema que tiene problemáticas desde hace más de cinco años.
En medios escritos hablan de que es un descuido en el río Medellín. Pero en televisión no se señaló como directo responsable al alcalde de la ciudad. Cosa que sí ocurre cuando se habla de Transmilenio en Bogotá, todo es por culpa de Petro.
En la “ciudad de la eterna primavera” según análisis iniciales de diferentes organismos es que no se le hizo mantenimiento por más de 20 años a los muros de contención ubicados en el recorrido del Metro por el río Medellín. Esto es responsabilidad tanto de la empresa operadora como de las administraciones municipales, pero en tv no se vieron señalamientos de esto. Claro como no era Petro, pues pasó casi inadvertido.
Este problema del Metro es tan serio que se habla de que hay que invertir cerca de 12 mil millones de pesos para mitigar parte de los riesgos sobre el río Medellín. Además que justo en dónde ocurrió la emergencia no se hizo nada. Entonces sí hubo alguna clase de negligencia de la actual administración, pero como no es Petro, en la tele nacional no se hicieron mayores cuestionamientos. Pero sí era evidente el inconformismo de más 80 mil personas. Si esto no era noticia para darle ampliación y desarrollo, entonces qué es.
Es más el colapso no sólo afecto a Medellín, sino a parte de su área metropolitana.
Ahora bien, igualmente se presentaron tumultos y desinformación para los miles de usuarios. Pero como no es Petro, el exguerrillero, entonces no se hizo el matoneo mediático.
También hay que mirar los comentarios de los ciudadanos en donde se habla de corrupción e ineptitud de diferentes mandatarios.
Al parecer según Corantioquia los trabajos durarán cerca de 15 días lo que representa que los usuarios del Metro tendrán que hacer de tripas corazón por las incomodidades. Esto es grave, pero por supuesto, como no es Petro. Ahí les dejo.
La crisis que vive hace algunos días el Metro de Medellín por la caída de un muro de contención que afecta a más de 80 mil usuarios sirve para hacer un parangón con la situación de Transmilenio en Bogotá, desde la perspectiva del manejo mediático.
En su mayoría, los medios de comunicación televisivos nacionales hacían notas, pero no con la profundidad requerida para una problemática que involucra a miles de personas en la segunda ciudad más importante de Colombia.
No se buscaron responsables, ni se cuestionó con intensidad a alguien. Aquí es donde uno se pregunta por qué no se hicieron trabajos periodísticos como los que ocurren con Transmilenio, que le buscan diferentes ángulos inclinados hacia la crítica no todas las veces constructiva a la administración de Gustavo Petro. Pero con lo de Medellín eran simples reportes superficiales comentando la anécdota. Claro, da la sensación de que como en la capital antioqueña está Aníbal Gaviria de corte liberal pues dejan así. Y lo de Bogotá como está relacionado con alguien de izquierda pues a eso sí, hay que darle relevancia.
En las noticias se plasma la incomodidad e inconformismo de los usuarios del emblemático Metro será que esta crisis es de segunda categoría y no importa.
Ahora bien, las situaciones del Metro y Transmilenio son diferentes. En Medellín se presentó una contingencia pero allí también se puede dar un asunto de responsabilidad civil y política. En Bogotá, según algunos sectores, el único responsable del caos en Transmilenio es Petro, sin tener en cuenta que es un sistema que tiene problemáticas desde hace más de cinco años.
En medios escritos hablan de que es un descuido en el río Medellín. Pero en televisión no se señaló como directo responsable al alcalde de la ciudad. Cosa que sí ocurre cuando se habla de Transmilenio en Bogotá, todo es por culpa de Petro.
En la “ciudad de la eterna primavera” según análisis iniciales de diferentes organismos es que no se le hizo mantenimiento por más de 20 años a los muros de contención ubicados en el recorrido del Metro por el río Medellín. Esto es responsabilidad tanto de la empresa operadora como de las administraciones municipales, pero en tv no se vieron señalamientos de esto. Claro como no era Petro, pues pasó casi inadvertido.
Este problema del Metro es tan serio que se habla de que hay que invertir cerca de 12 mil millones de pesos para mitigar parte de los riesgos sobre el río Medellín. Además que justo en dónde ocurrió la emergencia no se hizo nada. Entonces sí hubo alguna clase de negligencia de la actual administración, pero como no es Petro, en la tele nacional no se hicieron mayores cuestionamientos. Pero sí era evidente el inconformismo de más 80 mil personas. Si esto no era noticia para darle ampliación y desarrollo, entonces qué es.
Es más el colapso no sólo afecto a Medellín, sino a parte de su área metropolitana.
Ahora bien, igualmente se presentaron tumultos y desinformación para los miles de usuarios. Pero como no es Petro, el exguerrillero, entonces no se hizo el matoneo mediático.
También hay que mirar los comentarios de los ciudadanos en donde se habla de corrupción e ineptitud de diferentes mandatarios.
Al parecer según Corantioquia los trabajos durarán cerca de 15 días lo que representa que los usuarios del Metro tendrán que hacer de tripas corazón por las incomodidades. Esto es grave, pero por supuesto, como no es Petro. Ahí les dejo.
