A Orlando Duque nunca le dio miedo saltar. Desde los diez años descubrió su pasión: siempre jugaba en la piscina porque tirarse al agua le encantaba: "esa era la mejor sensación del mundo", dice.
Este caleño de 38 años nos atiende desde un hotel en Austria donde se prepara para otro de los saltos que lo inmortalizarán en la historia de la natación. Sonríe. Está tranquilo y con paciencia responde cada pregunta que le hago.
"El fútbol me llevó a los clavados", recuerda, "porque jugaba fútbol en la piscina. Quería ser el 'Pibe' Valderrama".
Pero el fútbol no fue lo suyo y desde que tiene memoria se sumergió en las aguas de las piscinas que lo han visto darle tantos triunfos a Colombia. Los mismos triunfos que ha alcanzado con su propio esfuerzo porque admite, llegar a este punto de su carrera ha sido "dificilísimo", entrenando duro, con mucha disciplina.
Y fue así como en 1997, después de haber pertenecido a las selecciones Valle y Colombia (época que recuerda con especial cariño porque fue allí donde recibió las bases de su carrera), decidió irse a Europa a hacer lo que le apasionaba: los saltos de altura.
Los Saltos
"No es tan fácil lanzarse al agua", reconoce Duque. "El miedo siempre existe". Y no es para menos: en el Mundial de Clavados de Altura en Barcelona, se lanzó desde una altura de 27 metros, salto con el que ganó el reconocimiento mundial de la FINA (Federación Internacional de Natación).
Este es un trabajo que le ha costado muchos años lograr. Dice que si bien es un logro para Colombia, representa con más veras un triunfo personal porque la preparación siempre ha sido muy dura.
"Uno se vuelve un campeón entrenando duro, con mucha disciplina". Y claro, tiene razón. Verlo saltar desde un helicóptero en Nueva York, desafiando la estatua de la libertad, no es una tarea de cualquiera.
Pero la disciplina no es el único componente. La concentración también es parte básica de su éxito: antes de saltar no hay chance sino para pensar en el clavado. "Si piensas en otra cosa es muy peligroso. Las cosas que pueden salir mal son muchísimas... Tienes que estar muy concentrado", explica.
Sin embargo describe esa sensación como un contraste difícil de explicar:
"Hace tres segundos, antes de saltar, tenía miedo. De un momento a otro estoy debajo del agua y todo está tranquilo y no ha pasado nada. Ese contraste es increíble".
Pero a pesar de todos los triunfos, no celebra cuando gana. Comparte con la gente que lo rodea y piensa, siempre, en ganar la siguiente competencia porque, según él, sentarse a celebrar el triunfo anterior, es perder el próximo.
A Orlando Duque le gusta bailar salsa, rap y Hip Hop. No tiene una dieta estricta y le encanta comer, sobre todo si son dulces. Extraña a su familia y viene a Colombia cada vez que puede, pero eso sí, no olvida que fue aquí, en su país, donde aprendió a hacer lo que le gusta hacer: saltar.
"Las cosas han salido tan bien que la idea es mantenerse positivo, y que las cosas sigan pasando de la misma forma", sentencia Orlando Duque, que con una sonrisa se despide de nosotros desde ese hotel al otro lado del mundo, donde se alista para el próximo salto.
@AlmendraNadaMas
"No es tan fácil lanzarse al agua": Orlando Duque
Mié, 21/08/2013 - 07:44
A Orlando Duque nunca le dio miedo saltar. Desde los diez años descubrió su pasión: siempre jugaba en la piscina porque tirarse al agua le encantaba: "esa era la mejor sensación del mundo", dice.