Está semana las reiteradas denuncias sobre los presuntos abusos laborales de los operadores de SITP y Transmilenio tuvieron eco, el Ministerio de Trabajo tras una reunión con la Secretaria de movilidad, representantes de los conductores y el concejo, anunció que pondrá bajo la lupa las actuaciones de dichas empresas con cerca de 20 mil personas, que hoy laboran como conductores del Sistema Integrado de Transporte de Bogotá.
Que el gobierno nacional ponga los ojos en una problemática que está afectando a miles de conductores y sus familias es una gran noticia, pero lo que para mi no es claro, es por qué el distrito eludió y sigue eludiendo su responsabilidad en estos serios atropellos que se están cometiendo con los conductores.
Es claro que el patrono de los conductores son los 8 operadores del SITP y Transmilenio, que la relación laboral es directamente con privados, pero también es cierto, que el ente gestor y regulador es el distrito y por tanto le compete vigilar que no se presenten ningún tipo de anomalías. Empezando por atropellos laborales, porque precisamente el SITP nació para acabar las malas prácticas laborales de los empresarios de los buses tradicionales.
Cómo es posible que el distrito tras mas de una década de funcionamiento de Transmilenio y varios años del SITP, no se haya enterado que se estaban cometiendo abusos laborales, como las tristemente celebres tablas partidas, creadas para que los operadores se ahorraran la contratación de un turno mas de conductores y que obliga a los contratados, a jornadas laborales superiores a las dieciocho horas.
No entiendo como el distrito encabeza del gerente de Transmilenio Sergio París nunca se enteró que a los conductores que sufrían una enfermedad laboral y las EPS ordenaban su reubicación laboral, los operadores les desmejoraban sus condiciones laborales y salariales al punto de hacerles descuentos por asistir a una cita médica.
Como es posible que la doctora Constanza García, secretaria de movilidad y cabeza del sector, no estuviera enterada que las multas que ellos le cobran a los operadores, estos se las están trasladando a los conductores con el agravante que se las descuentan de sus bonificaciones habituales que según el Código Sustantivo del Trabajo constituyen salario y por tanto no se pueden tocar.
Es inaudito que el distrito se enterara de todo esto por un debate de control político que realice en el concejo, donde están los controles, donde están los resultados de la millonaria auditoría que se paga. Porque nadie se enteró de esto o de otras cosas, como que los operadores están cambiando los contratos de los conductores de término indefinido a obra labor. Los contratos obra labor son para tareas exógenas a la misionalidad de la empresa y manejar un bus no es exógeno a una empresa de transporte.
Como es posible que un gobierno de izquierda permita que los operadores chantajeen a los conductores exigiéndoles que si quieren ganar bonificaciones y primas deben renunciar a los sindicatos. ¡No hay derecho!
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¡No hay derecho!
Jue, 04/06/2015 - 07:35
Está semana las reiteradas denuncias sobre los presuntos abusos laborales de los operadores de SITP y Transmilenio tuvieron eco, el Ministerio de Trabajo tras una reunión con la Secretaria de movili