http://www.youtube.com/watch?v=ypSbM0NX-Sw
Pocas veces sucede que escuchamos hablar a un intelectual, un pensador, un verdadero gigante del discurso público, y notamos inmediatamente que lo que estamos escuchando puede cambiar un país entero. Y nos quedamos perplejos, en silencio, dándonos cuenta de que aquello que escuchamos produce un gran placer intelectual y sonreímos, con un sentimiento cercano a la felicidad pura, porque las palabras toman sentido y mueven las fibras más profundas de la moral y la conciencia. Nos alegramos porque, tal como pasa con el libro favorito, lo que dice no es algo que no supiéramos, no, todo lo contrario, nos alegramos porque dice precisamente algo que sabíamos, algo que ya estaba dentro de nosotros pero que nunca tomó forma porque tal vez era una idea superior a nosotros mismos, y que sólo una mente brillante podría expresar con claridad y simpleza.
Eso sentí hace unos momentos cuando escuché a Pachito Santos. No sólo habló con una honestidad que sólo es posible alcanzar cuando la moral y la lógica forman una sinergia y funcionan a toda máquina, apoyadas por las habilidades lingüísticas de un hombre de letras (o sopa de letras). Además, hizo lo que sólo los grandes intelectuales son capaces de hacer, observar algo que a pesar de ser obvio no es evidente, y que nosotros los mortales no logramos identificar.
Esa obviedad es el primer punto de Pachito en su alocución: El gobierno y el pueblo están siempre en un constante pulso, como enemigos, porque los intereses de unos y otros son distintos y opuestos. Por eso dice Pachis que “El gobierno de Santos está perdiendo el pulso con los estudiantes”, dejando en evidencia la cobardía de su primo, y reconocer este paso en falso del gobierno es fundamental. Un gobierno no puede, nunca y bajo ninguna circunstancia, perder el pulso con ningún grupo y en especial con los estudiantes, porque eso equivaldría a reconocer que el gobierno no tiene la razón. Eso es lógicamente imposible porque los estudiantes apenas están aprendiendo, mientras que los gobernantes escogieron, en pleno uso de su libertad y sus derechos, estudiar en las universidades más prestigiosas, nacionales o internacionales. Los estudiantes no pueden tener la razón, porque eso sería decirle al que estudió en Estados Unidos que no sabe nada.
Abrirnos los ojos frente a la verdadera relación del gobierno con el pueblo, de constante confrontación y no de colaboración, es una idea que aunque sencilla sólo se le ocurre a las mentes más brillantes como la de Pachito. Pero su talento va aún más allá, porque el hombre incluso alcanza a reconocer una posibilidad única e irónica en las protestas de los estudiantes: Pueden servir para enseñarles que la protesta pacífica no llega a ningún lado.
Por eso Pachito propone utilizar armas no letales, como tasers o pistolas de electroshock, para incapacitar a quienes protestan. “Meterle voltios” a los estudiantes, dice Pachito, y no se refiere a la forma popular que se refiere a subir el volumen. Habla de dejar inconscientes a los estudiantes y arrastrarlos por la calle para despejar la vía y que su caravana de escoltas lo pueda llevar más rápido a su casa a ver el partido de Santa Fe en su televisor LED de 200 pulgadas. En su propuesta se nota su gran conocimiento y educación, porque para electrocutar a miles de estudiantes marchando es práctico aprovechar los sacos de lana mojados de los mamertos y el piso húmedo para electrocutarlos a todos de una vez. Además Pachito tiene razón, porque es una falta de respeto que ciudadanos que no tienen voz marchen en paz por las calles. Si quieren protestar, debería hacerlo donde no molesten, como en el centro del lago del Simón Bolívar o una sala de cine xxx en el centro. Pero el fondo de esta propuesta es la capacidad de convertir la marcha en algo didáctico, que nos enseñe que sólo a través de la violencia y el vandalismo es posible cambiar una injusticia. La violencia, legal o ilegal, es la única forma legítima de expresarse y de defender los derechos de los ciudadanos.
Por eso debemos escuchar a Pachito, el experto en derechos humanos, y que ojalá este video en youtube se convierta en una joya del periodismo y del pensamiento colombiano. Que lo lleven a New York y se lo muestren a los hippies de Occupy Wall Street, para que vean cómo es que se pueden cambiar las cosas. Mirarlo y escucharlo a él es una oportunidad inigualable para mirarnos a nosotros mismos, porque incluso si él es el único con la capacidad intelectual para expresar estas maravillosas ideas, hay que reconocer que éstas ya existen en las cabezas de muchos de nosotros.
@viboramistica
Pachito el intelectual
Jue, 10/11/2011 - 16:08
http://www.youtube.com/watch?v=ypSbM0NX-Sw
Pocas veces sucede que escuchamos hablar a un intelectual, un pensador, un verdadero gigante del discurso público, y notamos inmediatamente que lo que es
Pocas veces sucede que escuchamos hablar a un intelectual, un pensador, un verdadero gigante del discurso público, y notamos inmediatamente que lo que es