El filántropo de ricas sin dinero, trotamundos y ventrílocuo a domicilio, Segundo Plata, acaba de publicar su segunda autobiografía (la primera fue desautorizada por él debido a sus imprecisiones) titulada Primero lo segundo, que ya se instala como el segundo libro más adquirido en librerías de segunda mano.
Narrada con la pasión de un subcampeón cubierto en lágrimas, el libro recorre la interesante vida de Segundo, sus logros, siempre segundados, sus aventuras y su decidido compromiso con las segundas oportunidades.
Nacido en Dos Quebradas, un dos de febrero, Segundo fue el primogénito de un matrimonio felizmente disfuncional que añoró siempre tener una hija, pero que debieron conformarse con lo que había. “Nuestro hogar siempre fue un hogar feliz a pesar de todo”, admitiría Plata, “al que mi padre siempre llamó su ´segundo hogar´, antes de que se marchara con otra mujer”.
En su segundo año de bachillerato, Segundo obtendría un merecido segundo puesto (de hecho, sólo se presentaron dos competidores) en un concurso de cultura general, cuyo premio fue un volumen del Libro Guinness de los récords. Aquel evento, declararía Plata, fue un giro en su vida. A partir de ahí, Segundo consintió seriamente la idea de fundar una competición que sólo premiara a los segundos puestos. “He escuchado a hombres de fútbol y de negocios decir que del segundo nadie se acuerda. Así que mi proyecto consistió en recordarlos”. En 1972 fundó la organización internacional Supcampeones del mundo, cuyo objetivo es “rescatar ese esfuerzo, ese desliz que llevó a la derrota y ese incontenible llanto de hombre que ha sido engañado por su mujer no una, sino una segunda vez”.
Con el lema, “los segundos serán los primeros”, se otorgaron los segundos galardones (los primeros se omitieron por razones filosóficas), y entre los más polémicos se encuentran los siguientes:
* El segundo país más feliz del mundo: otorgado al alegre país de Colombia. La celebración tras el premio dejó un saldo de trescientos lisiados, noventa encarcelados y multimillonarias pérdidas.
* El segundo himno nacional más bello del mundo: otorgado a la hermosa composición de la nación colombiana. Siempre que el himno es interpretado en una final deportiva, el equipo colombiano alcanza el subcampeonato.
También se premió a los mandatarios con más segundas damas en su haber, al segundo hombre más pequeño del mundo en autoestima, al segundo hombre más rápido del mundo para bajar bandera de un asta, a la segunda mujer más buena del mundo en obras caritativas y a la segunda mujer que más se comen en el mundo los zancudos.
Segundo Plata, tras sus peores crisis, llegó a la conclusión “que lo más importante en la vida no es vencer en cualquier campo ni vencerse a sí mismo, sino dejarse ganar y quedar de segundo, incluso perdiendo ante uno mismo”.
@EchemosVaina Síganos en Facebook aquí Echemos Vaina Radio [caption id="attachment_496065" align="alignnone" width="300"] En la foto, Segundo Plata conmovido tras obtener un segundo puesto en una partida de ajedrez.[/caption]