¿Qué pasa con los voceros corporativos en Colombia?

El mercado, la competitividad y la susceptibilidad a enfrentar una crisis, estimula a las marcas de hoy a preocuparse cada vez más por reflejar una buena reputación a través de sus voceros, quienes se convierten en herramienta clave para comunicar de manera efectiva, positiva y honesta los mensajes de la organización y así fortalecer su imagen ante la opinión pública… Los canales de hoy no tienen límites, comenzando por un nutrido mensaje en Twitter. Hay marcas que invierten millones en publicidad, sin darse cuenta que sus voceros, utilizados de manera estratégica, son la mejor herramienta de difusión. En Colombia los podemos contar con los dedos de las manos, adolecemos de buenos voceros...esto es  una ciencia, una técnica, un arte, el mensaje indicado para el momento preciso, es una visión estratégica. Un vocero bien entrenado le ahorra dinero a la marca, porque se convierte en herramienta clave para ganar credibilidad, hacer negocios o alianzas de manera más efectiva; mientras que en la publicidad, además de sus  altos costos, son procesos que requieren más tiempo para cumplir sus objetivos, ya que el público de hoy analiza constantemente la información que brindan los medios de comunicación. Podríamos decir que el lector, el oyente, el televidente y el cibernauta de hoy es más culto o por lo menos se ha blindado lo suficiente para, lo que se dice vulgarmente, “no tragar entero” y ha aprendido a seleccionar y decodificar el bombardeo diario de mensajes en un mundo globalizado. Lograr que el mensaje corporativo de un vocero esté de primer plano de manera positiva ante la opinión publica constituye un valor infinito para la marca que representa. En mi próximo blog les contaré, bajo mi criterio y experiencia, quienes son los mejores voceros hoy en día en Colombia, en qué campo en que se desenvuelven. Por ahora me gustaría saber para ustedes quién es un buen vocero en nuestro país? Y recuerden que un buen vocero es un guía de pensamiento, que tiene la capacidad de no solo generar opinión, sino de trasmitir un mensaje que impacte, genere credibilidad, perdure e incluso cree controversia dentro de un mercado o una comunidad.