La condición de distritos turísticos, industriales, culturales y portuarios le está generando más perjuicios que beneficios a Santa Marta, Barraquilla y Cartagena. De nada sirvieron las aspiraciones y necesidades locales que pretendieron un grupo de constituyentes y parlamentarios de la Región Caribe según lo que se contempló originalmente en el art., 356 de la Constitución Política y que resultó toda una conquista dentro de la Ley 1333 de 1986 (Código de Régimen Municipal), y que le dio verdaderas razones en su autonomía financiera, política y administrativa.
Sin embargo, la organización territorial se ha convertido en toda una complejidad que yerra entre lo políticamente imposible localmente y lo políticamente posible nacionalmente. Definido en mayor medida entre lo que emana del centralismo como descentralización inexistente y como estructuras del poder estatal que la sitúan en riesgo y extinción, limitando sus posibilidades dentro del ámbito del desarrollo y el equilibrio fiscal e institucional.
El gobierno de la prosperidad económica junto con la Dian ya tienen definido de un plumazo la reforma a la Ley Aduanera, donde intentan en suposiciones, armonizarla con los convenios internacionales, adecuarla con toda la infraestructura portuaria del país y hacerla más competitiva. No obstante, resulta cómico la retorica tan considerada del proyecto que emplea el ejecutivo sin concertar con los gremios de Santa Marta, Barranquilla y Cartagena la modificación de la ley, más con la clase dirigente que hace lo que el ejecutivo le ordena.
Dentro de los desafueros que procura la iniciativa ésta la eliminación del cargue y descargue de contenedores dentro de los puertos concesionados -anteponiendo los puertos flotantes mar adentro-, restándole importancia a las inversiones y modernizaciones que se han realizado y reduciendo los ingresos que se dejarán de percibir como contraprestación al servicio que suman más de 15.000 mil millones de pesos anuales de forma individual.
Lo que no se tiene claro es la forma en que se compensará ese descenso inequitativo y el desequilibrio contractual ya pactados entre el gobierno y los concesionados, imposibilitando cualquier margen de maniobra para los prestadores en ese recaudo y obligando a sujetar sus operaciones al conflicto laboral y a los costos mínimos, sin que exista también formas de reparar los daños y perjuicios. Además se desconocen quienes serán los nuevos reguladores y colectores, y bajo que modalidad legal ingresarán a prestarlos.
Mientras se avanza en algunos campos se retrocede en otros, más con la recién expedida Ley 1617 de 2013 –Régimen Especial para los Distritos- donde se quiso unificar por parte del Congreso toda su estructura, organización y funcionamiento, y que al parecer no va de la mano de que lo políticamente se pretende y de lo que económicamente se suprime en las ambiciones de los más de 4 millones de habitantes que tiene la costa atlántica y que le proporciona al PIB un 15% aproximado en crecimiento y que ha sido de difícil aprovechamiento para la bancada costeña en el congreso, porque sus intenciones se empobrecen y obscurecen frente a esa concentración chantajista y oportunista del centro de poder capitalino, que por cierto irradia en mayor medida en las regiones su destrucción, su pésima dirección y la escases de sintonía entre las verdaderas inversiones y proyectos de extensión.
La ilusión de ver a los distritos, municipios y departamentos del país como verdaderos entes autónomos se aleja cada vez más de la esperanza y de las realidades impregnadas por los constituyentes del 91, porque el enemigo de la descentralización no es propiamente la centralización, sino en igual las mafias organizadas electoralmente y la incompetencia de sus representantes junto con la indiferencia de las comunidades que participan de la criminalidad que les genera pobreza y atraso. Ojala se logre concertar el proyecto de Ley aduanera y no sea otra como la Ley de las Regalías.
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Llegó la navidad para los que comparten esas tradiciones católicas cristianas y que se dejan seducir por la sencillez y la humildad de ese niño que nació en una pesebrera por determines de persecución y obsesión, y que reúne a las familia en el amor, en el detalle y en el compartir, despojándonos de todas esas ataduras de odios y rencores para reencontrarnos los corazones alegres y felices con los corazones alejados y entristecidos, cantando con alegría el sentimiento de la unión y el agradecimiento, prestos a reconciliarnos en la vida y a revaluar nuestros votos de lealtad y sinceridad, entregando muchos abrazos y regalando infinitas sonrisas sin mirar a quien. Mis mejores deseos para la casa KienyKe, para lo lectores, para las familias, los amigos, los desconocidos y para cada uno de los colombianos en estas navidades y que la bendición de Dios siempre nos acompañe y nos guarde, y que seamos capaces de perdonar, de mirar y trabajar un mejor país para todas esas generaciones que piden paz y oportunidades.-----o-----
La Drummond se sigue burlando de Santa Marta D.T., y el gobierno nacional junto con el Ministerio de Ambiente imponen medidas y sanciones irrisorias que hasta ahora la empresa se ha negado a cumplir y ha resarcir en el desastre ambiental irreversible ocasionado a las playas, al turismo y al patrimonio samario, magdalenense y de los colombianos. ¿Hasta cuándo esa tragedia infinita?
Increíble la cantidad de candidatos al congreso que sin tener votos, programas, perfiles y empatía aspiran a un escaño. Resultan todos unos charlatanes y desacreditados. Bendita democracia!
@JorgePerezSolan