Santa Marta, la perla negra del Caribe colombiano

Lun, 03/02/2014 - 09:46
José Alejandro Arias, es un abogado y periodista samario de 45 años, especialista en temas ambientales. También, es abogado de la Confederación Indígena Tayrona y representante del consejo territ
José Alejandro Arias, es un abogado y periodista samario de 45 años, especialista en temas ambientales. También, es abogado de la Confederación Indígena Tayrona y representante del consejo territorial de cabildos, que reúne a las cuatro etnias de la Sierra Nevada de Santa Marta. Arias, es conocido en Colombia: por su tenacidad y sentido de pertenencia por el capital marítimo de su ciudad natal. Con sus investigaciones le mostró al país el impacto ambiental que estaba ocasionando el carbón en las playas de Santa Marta. Se trata del caso Drummond, la segunda exportadora y comercializadora de carbón en Colombia, sobre la que el abogado adelanta investigaciones rigurosas desde el 2007. En esta oportunidad, el ambientalista samario, nos relata: cómo ha sido el proceso de investigación; cómo este caso le ha cambiado su vida y, el daño ambiental y humano que ha ocasionado el carbón en el departamento del Magdalena. William Agudelo: ¿Cuál fue el detonante que lo motivó a realizar toda esta serie de investigaciones, sobre la contaminación ambiental en las playas de Santa Marta? Alejandro Arias: La degradación continuada de las playas, la desecación de la Ciénaga Grande de Santa Marta con maquinaria del estado para acrecentar fincas de políticos corruptos, el loteo e invasión del El Parque Tayrona, en principio, y luego el anuncio de hoteles siete estrellas. Mis denuncias datan desde 2007 y en 2009 éstas se hicieron más visibles a la nación. W.A: ¿Ha recibido amenazas por las denuncias realizadas contra a Drummond? A.A: Si,  a través de las cuentas de internet, de la Asociación de Trabajadores Enfermos de la Drummond Puerto (Asotredp), se recibieron panfletos en lo que, entre otras personas, me declararon objetivo militar. W.A: ¿Qué piensan sus familiares y amigos de todas estas amenazas? A.A: Mi familia y yo, desde que decidí asumir de lleno la tarea de investigar y publicar los resultados de nuestras investigaciones, sabíamos que tal labor nos generaría un alto riego a nuestra integridad. Mi familia ha sido muy generosa conmigo y muy valiente, para no solo asumir el reto, sino darme la confianza necesaria para continuar. W.A: ¿Se podría decir que esta investigación le ha cambiado su vida? A.A: Sí, lamentablemente si. Ya no comparto muchos escenarios propios de las familias: cines, restaurantes, fiestas, festivales, actos públicos. Me he visto forzado a visitar a mis padres más o menos 2 o 3 veces por mes. Para ellos no ha sido fácil verme llegar con escoltas, carro blindado; y en fin: la parafernalia de estar viendo quien pasa y quién no. Una vez tuve que dejar el almuerzo servido porque teníamos muchas sospechas de unas rondas que hicieron unos tipos en moto a la casa de mis papás. Todo esto es tensionante, por eso trato de reducir al máximo ese estrés a mis padres. W.A: ¿Cómo fue el momento en el que tomo la foto que lo hizo ganador del Premio Simón Bolívar? A.A: La historia es la siguiente: con el apoyo de Asociación de Trabajadores Enfermos de la Drummond Puerto, avanzábamos en la investigación de los efectos del polvillo del carbón en la salud de los trabajadores de Drummond; tomando como punto de partida los resultados de una investigación adelantada por la Contraloría General de la República. En desarrollo de esa tarea fuimos advertidos, por trabajadores que apoyaban nuestra investigación, de la crisis que estaban viviendo con la barcaza. Alertados nos desplazamos y logramos las fotos con celulares personales. Nos dimos al trabajo de investigar sobre la suerte de la barcaza, y esa investigación constituía el mayor reto: que una autoridad certificara que los hechos captados en las fotos si fueron ciertos y que correspondían al día que era. Sólo hasta el día 29 de enero, con el equipo técnico de la Dirección General Marítima (Dimar), logramos demostrar que las fotos si eran verdaderas. Es decir, solo hasta esa fecha, las fotos pasaban a ser una prueba y, en efecto, una real noticia con consecuencias jurídicas. W.A: ¿Qué significado tiene las sanciones interpuestas por el gobierno nacional? A.A: Un cambio radical a la postura del estado frente a la crisis ambiental que nos genera la minería, que estaba acostumbrada a hacer lo que se les venía en gana. Es recuperar la legalidad en nuestros territorios. Y un claro mensaje que la ilegalidad y el crimen no pagan. Hay que recordar que en 2011, ante nuestras denuncias, el Ministerio de Medio Ambiente dijo que la contaminación denunciada no existía. Todo era un invento. W.A: ¿Qué otras sanciones se esperan para Drummond? A.A: Faltan las de la Dimar por las infracciones marítimas; la decisiones penales contra 5 funcionarios de esa empresa por el vertimiento del carbón; los juicios fiscales por la degradación ambiental, cuyo investigación está avanzada por la Contraloría General de la República. Y sin lugar a dudas las demandas de los trabajadores y personas de las zonas de influencia de la mina, puertos y línea férrea, hoy enfermos de cáncer de pulmón derivado de la aspiración del polvillo. W.A: ¿Cuántas personas se encuentran afectadas por la aspiración del polvillo de carbón? A.A: Se encuentran afectados, severamente, por la contaminación, más de 200 trabajadores. (Ver testimonio) W.A: Se puede decir, con exactitud ¿Cuál ha sido el impacto ambiental generado por el vertimiento de carbón a las playas? A.A: Hoy en día no. Ha habido una monstruosa manipulación de esos estudios. Los cuales han sido desarrollados, en la mayoría de los casos, bajo los costos de la misma Drummond. Invemar, Ingeominas y la Universidad Jorge Tadeo Lozano han sido y son contratistas de la Drummond. En 2011 los resultados de un informe de Ingeominas e Invemar fueron los sustentos para que el Ministerio de Ambiente dijera que en Santa Marta no había contaminación, que el carbón no contaminaba. W.A: ¿Cómo ha reaccionado el gobierno departamental frente al tema, antes y después,  de sus denuncias? A.A: Cero reacciones. El Gobernador del Magdalena y los Alcaldes de Ciénaga y Santa Marta han guardado silencio, cómplices. W.A: Existen otras empresas que explotan este mineral ¿Solo ha sido Drummond la que ha generado todo este impacto ambiental? A.A: No solo Drummond. Mostramos un video de cómo hoy Puerto Nuevo – Prodeco vierte carbón al mar (ver video). Prodeco, Vale y Sociedad Portuaria de Santa Marta también tienen un pedacito en esta degradación terrible de nuestro medio ambiente. Unos han hecho esfuerzos, debemos reconocérselos. Pero es necesario asumir la realidad y el reto de abordar los problemas. Lo malo es cuando negamos esa realidad y metemos la cabeza en la tierra para no actuar. W.A: ¿Cuál cree que será el desenlace de este caso? A.A: Habrá pataleo de las empresas carboneras, dilaciones, querrán victimizarse. Pero si el gobierno no cede, y nosotros los colombianos acompañamos al gobierno, las cosas se enrutarán por la vía adecuada e ideal de protección al medio ambiente. W.A: En conclusión, sopesando el impacto ambiental y las regalías que ha generado el carbón: ¿Ha dejado algún beneficio, al departamento del Magdalena, la explotación de este mineral? A.A: No hay una sola obra en el Departamento del Magdalena, ni en los municipios de Ciénaga y Santa Marta, que podamos agradecer gracias a las regalías y los ingresos derivados del carbón. Vergonzosamente el Alcalde de Ciénaga recientemente confirmó que los ingresos provenientes de Drummond, en ese municipio, se utilizan para pagar burocracia. (Escuchar declaración).   Nota: Las evidencias mostradas en este artículo, fueron suministradas por el entrevistado,  Alejandro Arias.
Más KienyKe
El encuentro tuvo lugar en la Casa Blanca y abordaron una amplia gama de asuntos regionales y bilaterales.
La Corte lo llama a juicio por el proceso que le adelanta por injuria en contra de Gustavo Bolívar.
Las comisiones económicas del Congreso estuvieron de acuerdo en archivar este proyecto.
Esta inspección se produce apenas una semana después de que Ricardo Bonilla presentara su dimisión como ministro de Hacienda.
Kien Opina