Ricardo Bonilla (Sec de Hacienda de Bogotá) estará en el centro de la discusión del debate
(Acerca del cobro de valorización en Bogotá)
Infortunadamente para los contribuyentes de la valorización en la capital del país, el debate a este gravamen tiene más matices políticos que verdaderos ajustes que desde la planeación y la administración se le puedan dar a una crisis social que se hubiese podido evitar. Hasta el día de hoy, la comunidad aportante del cobro está en medio del tire y afloje a causa de un alcalde que no está pasando por su mejor relación con el sector opositor del Concejo de Bogotá. Que para Petro desafortunadamente es la mayoría. Esta tensión aumentó con unos trinos que señalaron a un sector de los integrantes del cabildo distrital como cómplices del “carrusel de la contratación” y de Hipólito Moreno (expresidente de la corporación). Lo inadecuado de estos pronunciamientos virtuales es que justo se dieron después que los concejales de la Comisión de Hacienda (instancia en la que se debaten los cambios a la valorización), realizaran ajustes a la propuesta del Gobierno Distrital. Es decir, Gustavo Petro, daba la sensación de estar dando pataleos de ahogado. Ahora bien, a hoy, la primera semana de abril, se sentarían los concejales y los funcionarios distritales a reestructurar el proyecto a través de las sesiones extraordinarias. Porque de todas formas, la propuesta de los concejales, tampoco fructificó. Pero bueno. Hasta el momento, el Gobierno Petro, aplazó el pago, hasta finales de abril. Que es un leve respiro para los contribuyentes. Citó a extras para continuar el debate al Acuerdo 180 del 2005, por medio del cual se aprobó la valorización. Estas dos decisiones se hubiesen podido tomar con antelación, porque son determinaciones discrecionales del alcalde. En pocas palabras, no requieren de tramitarlas con el Concejo. Es decir, un poco tardías y aumentó la incertidumbre de los capitalinos. No se sabe si la tardanza fue por miedo jurídico o por llevarle la contraria a los concejales. Si es esta última, entonces se le da la razón al dirigente político, Juan Carlos Flórez, quien expresó hace algunos días que el Gobierno Petro parece un mandato adolescente que culpa a los demás de sus problemas y toma decisiones fundamentadas en la pasión. La valorización tiene un ampuloso antecedente. La corrupción. El “carrusel de la contratación” hace que los contribuyentes sientan desconfianza al cancelar un aporte, porque por un lado, o se roban la plata y por otro, no ven las obras. Basta con ver como está la malla vial local de los barrios para darse cuenta que la inversión es para avenidas principales, pero al interior, nada de mejoramientos. En fin, a hoy el pago es para el próximo 29 de abril. A no ser que se aplace para uno o dos meses más, mientras se tramitan las modificaciones en el Cabildo Distrital. Pero para los que hemos estado muy al tanto de este debate; lo fundamental es que se proscriban por un tiempo los apasionamientos políticos y se piense en los ciudadanos que tienen una cultura de pago, pero que necesitan ver obras. Como dice la canción: “No quiero papelitos, quiero realidades”. La próxima semana algunos puntos en los que se centraría la discusión.
