José Carlos Mariátegui fue uno de los más importantes escritores y ensayistas peruanos y latinoamericanos hasta el momento. Un defensor del indigenismo y la cultura peruana que aunque murió joven, logró quedar consolidado en la historia.
Nació el 14 de junio de 1894 en Moquegua, Perú. Sus padres fueron María Amalia La Chira Ballejos y Francisco Mariátegui Requejo, pero este último abandonó el hogar y dejó a la madre sola con los tres hijos. Por eso se tuvo que trasladar a Lima, la capital, para poder mantenerlos.
Ingresó a la escuela en 1901, pero apenas un año después tuvo que retirarse por un accidente que lo dejó cojo de por vida, el daño había destrozado su rodilla izquierda y le hacía difícil trasladarse. Hambriento de conocimiento, José Carlos Mariátegui inició una educación autodidacta que solventó los años sin estudio de su infancia.
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Tampoco era una familia de capacidad económica, por lo que su niñez estuvo restringida a las cosas netamente necesarias. Creció finalmente y empezó a trabajar en el periódico La Prensa en 1909, como alcanzarrejones de las rotativas, sin embargo, desde ese momento sabía que quería ser escritor.
Finalmente, en 1911 se decidió a publicar un artículo propio, sin autorización, bajo el seudónimo Juan Croniqueur, pero contrario a lo que esperaba, este texto le abrió el ascenso a la redacción, como encargado de clasificar los telegramas que llegaban desde la provincia. Luego de esto logra su ascenso como escritor, encargado de notas sociales y judiciales, luego como colaborador en temas artísticos y literarios.
Así empezó una producción literaria que no se detuvo, escribió cuentos, poemas, obras de teatro y crónicas periodísticas. Todo gracias a una educación en la redacción que le ofreció el diario La Prensa para poder incorporarse a la redacción.
Tiempo después, con cierto reconocimiento en el periodismo, se incorporó de lleno a la militancia marxista, principalmente a causa de un viaje a Europa, donde visitó países como Italia, Francia, Alemania, Austria, Hungría y Checoslovaquia.
Ese viaje cambió su vida y su concepción sobre el mundo. Junto a otros intelectuales peruanos, como Carlos Roe, Palmiro Machiavelo y César Falcón, José Carlos Mariátegui fundó la primera Célula Comunista peruana desde Europa. Posteriormente, al regresar a su país, redactó varios textos sobre la situación de Europa ad portas y en plena Primera Guerra Mundial.
Fundó la revista Nuestra Época y colaboró en otras publicaciones como Variedades, Claridad, Mundial, para finalmente fundar otra, titulada Amauta. Esta última fue una de las más importantes del país, marcó la vanguardia del pensamiento, con participación de varios intelectuales y la exposición de movimientos culturales y artísitcos del Perú los años 20, pero que finalmente fue clausurada por considerarla una publicación 'marxista' por parte del gobierno de Oncenio de Leguía.
Su pierna tuvo que ser amputada en 1924 porque la enfermedad empeoró. Así también se recrudeció la persecución y a mediados de 1927, su casa fue allanada y resultó detenido por las fuerzas del Estado acusado de participar en un complot comunista. A causa de esa persecución, José Carlos Mariátegui se vio aún más enfermo hasta que finalmente falleció el 16 de abril de 1930.
