Muchas veces recorrer las vías bogotanas resulta confuso, dramático y hasta jocoso, y es que fácilmente uno puede ir por las calles de cualquier barrio o localidad de la ciudad y encontrarse con innumerables huecos, cráteres, señalización en mal estado e incluso hasta contraria a lo que realmente debería ser, obligando a los mismos conductores a cometer infracciones de tránsito como contravías y giros prohibidos, incrementando a su vez la accidentalidad, ya que según asegura la Organización Mundial de la Salud, el no contar con una buena infraestructura vial aumenta cada día el número de muertes por estos motivos en el mundo.
Al verificar algunos de los puntos más críticos que muchos ciudadanos reportan a diario a través de redes sociales, en cada esquina de Bogotá existe una peculiaridad que constata una infraestructura inadecuada, especialmente en temas de señalización, que ha prevalecido con el paso de los años. Casos inauditos como el de la localidad de Kennedy, en donde desde el año 2018, pese a innumerables accidentes, se ha mantenido el deterioro de la señalización y el estado de la malla vial hasta el día de hoy.
Todo esto refleja un preocupante trasfondo de incumplimiento por parte de las autoridades viales, así como un inadecuado uso de los recursos públicos establecidos para invertir eficientemente en el mantenimiento vial y reducir las tasas de accidentalidad en el Distrito.
Un aspecto particular que logré investigar recientemente en relación a la Secretaría de Movilidad, tiene que ver con que, entre el año 2021 y 2022, esta entidad duplicó el número de contratos de prestación de servicios con montos de hasta 14 millones de pesos, teniendo por cada trabajador de planta a dos personas contratadas bajo esta modalidad.
Es evidente que a las últimas administraciones les ha quedo grande reducir los niveles de siniestralidad vial, como se pretendía realizar con la iniciativa “Visión Cero” implementada en Suecia y otros países de Europa, la cual buscaba disminuir el número de víctimas fatales o heridos de gravedad mediante el Plan de Seguridad Vial de la Secretaría de Movilidad.
Sin embargo, durante los últimos años los accidentes de tránsito en la capital del país han sido la principal causa de decesos en las personas de edades comprendidas entre los 15 y los 29 años, siendo los motociclistas, peatones y ciclistas los más afectados a raíz de problemáticas tan habituales en Bogotá como el mal estado de la malla vial, así como el deterioro y la falta de señalización a lo largo de las 20 localidades de la ciudad.
De acuerdo con el Observatorio Nacional de Seguridad Vial, en el periodo comprendido de enero a junio de 2022 se registraron un total de 331 muertes, en el que se evidenció un incremento del 24,44% con respecto al año 2021.
Entre tanto, la Secretaría Distrital de Movilidad reveló que en lo que va corrido del año, las localidades con los más altos índices de siniestralidad son: Kennedy con (2365) casos, Engativá con (1.087) y Suba con (1.626). Las que las principales víctimas se encuentran en la adultez, seguido por adultos mayores y juventud.
Lo que sí bien es cierto y que muchos ignoran es que la raíz de siniestralidad vial radica en problemas de Salud Mental de los conductores, (tema que profundizaré en próximas publicaciones) por lo que es de vital importancia trabajar articuladamente desde diferentes frentes a nivel Nacional y Distrital.
De acuerdo al estudio “Relación entre salud y accidentalidad vial en conductores colombianos: estudio desde variables epidemiológicas” de la Universidad Nacional de Colombia, es importante resaltar que existen factores de tipo psicológico, demográfico, socioeconómico y laboral, entre los cuales cabe destacar la ira y el estrés, la experiencia e intensidad horaria de la conducción, la salud general y los hábitos de vida, cuyos valores inciden significativamente en el comportamiento del fenómeno de la accidentalidad.
Por lo cual resulta primordial plantear lineamientos prácticos orientados al trabajo integral desde las instituciones, la sociedad y la política, con una perspectiva de fortalecer la prevención de los accidentes de tráfico.
