
La pandemia se asemeja a los tiempos de guerra, y es en aquellos momentos, cuando nos damos cuenta de que posiblemente, lo único que nos puede generar una luz de esperanza es el liderazgo ético y competente.
Muchos de los discursos más memorables de la historia se han dicho en tiempos de guerra. Buscan generar unidad, pero, sobre todo, buscan generar confianza. Hemos visto el discurso del presidente Joe Biden, quien busca unir de nuevo a su país, y que los estadounidenses confíen de nuevo en el gobierno sin polarización. El movimiento social de Estados Unidos será clave en el diseño de su plan de gobierno, porque repercutirá directamente en la política exterior y, por ende, en la relación bilateral con nuestro país. Sin embargo, la confianza no se espera únicamente de nuestros gobernantes. Nuestra sociedad ha evolucionado y ahora entiende el rol social que todos cumplimos. Entre esos, los empresarios.
El inicio de la administración de Joe Biden en Estados Unidos supone un cambio en la política exterior con América Latina y por supuesto, en la relación bilateral con Colombia. Este cambio se ve influenciado no solo por el partido político del presidente, sino también por las marcadas divisiones internas. El nuevo discurso se ha enfocado en el respeto a la verdad y refleja su interés por responder a un contexto de alta desconfianza de la ciudadanía hacia sus instituciones.
La agenda bilateral también se va a refrescar. Durante los últimos años, los temas se concentraron principalmente en el narcotráfico y en los cultivos ilícitos. Bajo esta nueva administración regresarán temas que fueron claves durante los anteriores ocho años, como la implementación del acuerdo de paz, el medio ambiente, la protección de los derechos humanos, el desarrollo de las comunidades entre otros.
Sin embargo, el contexto del último año llama a que la confianza llegue desde la inmersión en temas que a la sociedad realmente le interesan. En Edelman, desarrollamos desde hace 21 años el mayor estudio de confianza en el mundo. El trust Barometer encuesta a 33.000 personas en 28 países para conocer el estado de la confianza en las 4 principales instituciones (gobierno, ONG´s, medios de comunicación y empresas). En los resultados globales de este año, hemos visto que han incrementado los índices de desconfianza hacia los gobiernos, las ONG y los medios de comunicación. Joe Biden llega bajo un panorama de falta de confianza de los votantes en sus líderes e instituciones de gobierno; producto de la desinformación y la polarización.
Sin embargo, no todo son malas noticias. Tanto para Estados Unidos como para Colombia, el rol del empresariado será clave en la construcción de credibilidad: El 2020 posicionó a nivel global a las empresas como las instituciones más confiables al ser vistas como éticas y competentes. En este sentido, existe una ventana de oportunidad para las empresas que entiendan el contexto y lideren a los suyos comunicando de manera efectiva sus ideas y sus intereses, con noticias positivas y reales que combatan la desinformación, la posverdad y las noticias falsas. El mejor espacio del empresario actual para trabajar en estos temas es la agenda en común que tienen con los gobiernos de EEUU y de Colombia. En medio de un panorama de constante incertidumbre, resulta importante transmitir confianza y lograr fuertes conexiones con la opinión pública en general.
Sin buscar una cooptación de lo público por lo privado, las empresas deben comenzar a involucrarse en los temas más demandantes de nuestra reactivación. No solamente debemos quedarnos en el discurso. Las acciones para poder tener un buen trasegar en la relación bilateral de los próximos años se pueden enmarcar en inversiones que giren en torno a proyectos en el marco de la implementación del acuerdo de paz, la protección de los derechos humanos y la lucha contra el cambio climático. Por ejemplo, un mayor interés en invertir en programas de desarrollo con enfoque territorial puede ser de alto valor para tener un mayor acercamiento a la ciudadanía y a nuestros aliados en el exterior. Dentro de poco, muchos de estos temas estarán en el centro de la agenda de los gobiernos, así que trasmitirlos y participar de ellos para impulsarlos demostrará el rol social que todos cumplimos en la post-pandemia.
Es la hora en la que el sector privado continúe demostrando liderazgo en cuestiones que van desde la sostenibilidad hasta el racismo. Los líderes empresariales deben guiar con hechos y actuar con empatía. Deben tener la valentía de comunicar con transparencia, pero también ser capaces de empatizar y abordar los temores de la gente, y así, trabajar juntos para proporcionar información que sea veraz, imparcial y fiable. Confiar en tiempos de incertidumbre es un reto difícil, pero es una tarea que nos debemos proponer.
Aunque el COVID-19 nos haga sentir a la deriva, esta es la oportunidad para trabajar en conjunto y navegar en el mismo barco; desarrollar proyectos que alimenten los programas públicos, conocer más de cerca los territorios para poder recuperar la confianza.
Posdata: Próximamente estaremos publicando el capítulo de nuestro Edelman Trust Barometer para Colombia, donde conoceremos más sobre la percepción de los gobiernos, las empresas, las ONG´s y los medios en Colombia, en un año tan demandante como lo fue el 2020.