Como se sabe, el pasado 15 de julio, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, le solicitó al embajador de Cuba en Colombia una misión de las famosas “brigadas de batas blancas”, obra asistencial, política y económica de las autoridades comunistas de la isla, respecto de la cual el expresidente Álvaro Uribe dijo que servía para explotar a los médicos como una “trata de blancas”. La anotación se sumaba a las múltiples críticas originadas en la opinión y los profesionales de la salud, en gran parte por las cuentas y los cuentos conocidos alrededor del programa, un resumen de lo cual va a continuación, basado en distintas fuentes.
Cuentas
• De acuerdo con cifras oficiales reseñadas por la agencia France Press, el 13 de marzo de este 2020 había 28.729 galenos cubanos en 59 países.
• Para un médico, una misión de dos años en cualquier país equivale como mínimo a 20 años de trabajo en Cuba en cuanto a ingresos económicos (en la isla, “un galeno cobra no más de 60 dólares mensuales”).
• De los salarios que pagan los países de destino, el gobierno cubano se queda con una porción que oscila entre el 75% y el 95%. Del dinero restante, los miembros de la brigada reciben una parte, mientras que otra se les deposita en una cuenta en Cuba, que recibirían a su regreso (una forma de evitar la deserción).
• Un médico cubano, que estuvo en una brigada en Venezuela y desertó, afirma que el gobierno de ese país “pagaba un promedio de 8.000 dólares mensuales al estado cubano por cada uno de nosotros”.
• En el México del izquierdista López Obrador, la operación “blusas blancas”, que duró solo tres meses, le permitía a La Habana recibir 10.693 dólares por cada uno de los 585 cubanos de la misión. Por firmar el convenio, la nación mexicana desembolsó 6,1 millones de dólares a Cuba.
• En 2018, el negocio generó al régimen dictatorial ingresos por 6.400 millones de dólares, por encima del turismo.
• “En noviembre de 2018, más de 6.000 mil ‘médicos’ cubanos, contratados en 2013 por el gobierno izquierdista de Dilma Rousseff, salieron expulsados de Brasil”.
• El presidente de la Federación Médica Venezolana, Douglas León Natera, recordó que en marzo de este año, tras iniciarse la pandemia, a Italia llegaron 104 cubanos, “los cuales demostraron carecer de calidad y cualidad como profesionales de la salud, y que por ende al mes y medio fueron retirados”.
No puede sorprender que el régimen comunista de Cuba explote sus recursos y se haga propaganda.
Cuentos
• Antes de viajar, los integrantes de cada misión aceptan que sus títulos profesionales sean retenidos en La Habana, se comprometen volver a Cuba al terminar la misión (en caso contrario, si algún día regresan irán a prisión de 8 años y sus familias serán castigadas en la isla), y juran acatar el Reglamento Disciplinario del régimen.
• Este dispone que no pueden casarse en el exterior, salir más allá de las 6 de la tarde, tener relación con los nativos sin la aprobación del jefe, asistir a bares, restaurantes, fiestas o reuniones, hablar con periodistas, viajar sin el consentimiento del supervisor.
• En cada brigada, junto con el personal médico, viajan asesores, políticos y servicios de inteligencia. Su tarea es no solo efectuar tareas ideológicas, sino asegurar que los integrantes no deserten, por lo que les retiran los pasaportes, intervienen sus teléfonos, les hacen llamadas constantes y aseguran que estén cumpliendo el reglamento.
• El médico Carlos Moisés Ávila, quien se unió a misiones en Venezuela y Brasil y decidió exiliarse en Miami, afirma. “El régimen cubano nos usa como moneda de cambio y para penetrar ideológicamente en los países”.
• Distintos observadores coinciden en que “el engranaje de las misiones de Cuba parece encajar a la perfección: su gobierno no tiene inversión porque ya tiene a los médicos, manipula a la población con propaganda del régimen y, encima, gana dinero con fondos de los países contratantes”.
• Con razón, un médico, que estuvo en misión en Venezuela durante 8 años y luego emigró a la Argentina, sintetiza las cosas así: “Las misiones médicas han sido, y siguen siendo, un negocio del gobierno cubano para obtener divisas, prestigio, apoyo internacional y generar propaganda política”. Lo que, en parte, explica que hayan sido rechazadas en Brasil, Bolivia, Ecuador, Méjico y Uruguay, entre otros.
Fuentes: www.radiotelevisionmarti.com - www.ntn24.com - www.infobae.com - www.cubanet.org - www.losirreverentes.com - www.lapatilla.com - http://infopilar.com.ar -Colombian News - Panam Post.
INFLEXIÓN. No puede sorprender que el régimen comunista de Cuba explote sus recursos y se haga propaganda. Tampoco, que sus misiones generen tanta crítica y aprensión.
Por: Ignacio Arizmendi Posada
1/8/20