
Tristemente para los Colombianos el Duque que anunció el “Pacto de Estado por la Ciencia” no fue el presidente Iván Duque sino el Ministro de Ciencia y Tecnología de España: Pedro Duque.
En efecto, desde ese Ministerio Duque propuso un Pacto por la ciencia centrado en tres acuerdos:
1. Asegurar la financiación pública a medio y largo plazo para converger con la media de la inversión pública a la I+D+I en la Unión Europa, con objetivos concretos en 2024 y 2030.
2. Dotar de independencia y de los recursos y medios suficientes a las agencias financiadoras de la I+D+I, ─la Agencia Estatal de Investigación (AEI), el CDTI y el Instituto de Saludad Carlos III (ISCIII)─.
3. Consolidar la carrera del investigador para promover una mayor incorporación de personal científico en las empresas.
El pacto inicia con tres reconocimientos fuertes sobre la posición de España con respecto a la ciencia:
1. En los últimos dos decenios el mundo desarrollado ha iniciado una profunda transformación en temas como ingeniería genética, biología molecular, biomedicina, biotecnología y nanotecnología. Sin embargo, la contribución España en esos cambios ha sido mínima.
2. El camino elegido por España en los últimos 25 años (basado en oferta de servicios y aprovechamiento de los fondos europeos) no implicó invertir en la generación de conocimiento.
3. Dado que el modelo de la economía basada en servicios empezó a dar síntomas de agotamiento, es necesario empezar a invertir en conocimiento para mantener la calidad de vida lograda.
Teniendo en cuenta lo anterior el Pacto propone seis compromisos para lograr cambiar el rumbo hacia una economía basada en el conocimiento:
1. COMPROMISO POR EL DESARROLLO: Invertir en ciencia es invertir en desarrollo. España puede y debe contribuir a la vanguardia del conocimiento.
2. COMPROMISO POR LO INSTITUCIONAL: España deberá hacer un esfuerzo de organización, de coordinación y de plantificación que evite la dispersión de organismos de investigación, promueva el liderazgo del Ministerio e impulse medidas legales que modernicen el sistema y le permitan la flexibilidad requerida para promover la meta del Pacto. Igualmente, se tendrán que revisar funciones y responsabilidades bien definidas para que la ciencia le sirva al país y no a otros intereses.
3. COMPROMISO POR LA FINANCIACIÓN: Reconociendo que la inversión que dedica España en ciencia es insuficiente, el Pacto busca potenciar una industria tecnológicamente avanzada e innovadora para liderar proyectos de investigación con impacto de envergadura. Para ello se compromete a invertir el 2% del PIB que, aunque en términos absolutos es importante, no lo es en términos relativos. También abordarán una voluntad de transparencia y estabilidad presupuestaria.
4. COMPROMISO CON EL INVESTIGADOR: El Pacto reconoce que el mayor activo de la ciencia son los grupos de investigación. En ese sentido buscarán que su financiación deje de ser fragmentada o insuficiente. También se
comprometen a impulsar la carrera investigadora para evitar que prime la precariedad ante la estabilidad laboral.
5. COMPROMISO CON LA ESTRUCTURA: Para el Pacto es fundamental crear una política para que los Centros investigación sean oficinas de propiedad intelectual - OPIs que se adecúen con urgencia a las necesidades que plantea la ciencia actual. La política de centros debe visualizarse en forma de pirámide en cuya cúspide haya un grupo de referencia que se nutra y apoye en una base que ejerza el papel de cantera. La ciencia de calidad no es posible sin una buena y amplia base.
6. COMPROMISO CON LA SOCIEDAD Dado que la ciencia es sinónimo de progreso, de cultura. Los países cultos se miden no sólo por sus artistas sino también por el nivel de sus científicos. En España sólo Santiago Ramón y Cajal y Severo Ochoa ocupan este escalafón: un número demasiado pobre para un país como España.
Para lograr lo anterior, el Ministro Duque se reunió con organizaciones científicas, académicas, empresariales y de representación social quienes suscribieron el Pacto. Esto le da legitimidad a estos seis compromisos que ahora están siendo discutidos en el Congreso de los Diputados para que cuente con un soporte legal adicional.
Qué lástima que en Colombia a un año y medio de que se termine el periodo presidencial de Duque no tengamos ni política de ciencia, tecnología e innovación (CONPES) ni tampoco decreto que fortalece el sistema de ciencia, tecnología e innovación. Es también triste ver que, a pesar de los esfuerzos por generar una participación de los diferentes actores del sistema, en Colombia la capacidad de firmar un Pacto por la ciencia aún está muy lejano.
Esperemos que los líderes del MinCiencias conozcan y estudien esa iniciativa que el Ministro Duque impulsó en España. De forma que tomen elementos de esta para proyectar el tan anunciado CONPES del sector, en especial que busquen un Pacto para que los acuerdos en temas de política de ciencia, tecnología e innovación en Colombia trasciendan al gobierno de turno.
Finalmente, es recomendable que usen la metodología del Pacto Español que inicia reconociendo su lugar en la ciencia global para luego establecer unos compromisos que ayudarán a que el país llegue a los estándares científicos deseados basados en mediciones globales