El 26 de octubre de 2025 pasará a la historia como un día clave en la vida política del país. Cumpliendo con el mandato popular, el Pacto Histórico tomó la decisión de acudir a las urnas para que fuera la ciudadanía, las bases sociales y populares que le han dado vida a este proyecto del Cambio las que tomaran la decisión sobre quién debe liderar la pugna por el poder en el 2026 y la reforma tan necesaria de quién ocupa un escaño en el Congreso.
Fueron más de 2.700.000 de personas que, en una elección en frío y a pesar de los intentos de frustrar el ejercicio político con las pocas mesas, falta del material electoral y demás irregularidades, fueron a darle un espaldarazo a la transformación del país.
La derecha y sus medios de comunicación, como El Colombiano, no han tenido más recurso de respuesta ante el triunfo del Pacto que inventar argumentos falaces para desmeritar el resultado. Hablan de que fue una derrota haciendo la comparación con las elecciones de marzo del 2022, tratando de engañar a una ciudadanía que ya no les cree nada, que entiende que en marzo del 2022 la consulta se dio en caliente, con más de 100.000 mesas de votación habilitadas y todas las fuerzas políticas midiéndose al tiempo.
La única comparación válida es con otras elecciones en frío, siendo la última la del Partido Liberal del 2017 que contó apenas con 744.201 votos.
Los analistas políticos serios, cosas que no son muchos de los que están al servicios de los medios de comunicación tradicionales, reconocieron desde el primer momento que se empezaron a conocer los resultados de la Consulta que el Pacto Histórico demostró su fuerza, empezó la contienda electoral de manera anticipada demostrando una capacidad de movilización de la ciudadanía que ningún otro partido tiene en el país. Hoy, después de la Consulta, el Pacto Histórico puede afirmar de manera inequívoca que es la fuerza política más importante del país.
Ha sido tanto el revuelo que causaron los resultados que los voceros de la derecha como Néstor Morales, Luis Carlos Vélez, Mauricio Cárdenas o Vicky Dávila que desde la prensa y las precandidaturas se llenaban la boca diciendo que lo único que iba a demostrar el Pacto era su derrota anticipada han tenido que salir ahora a hablar de una unidad que ni siquiera contemplaban.
Por supuesto, no se trata de cantar victoria ni de desconocer retos. Hubo votos nulos y no marcados que deben analizarse; hay que corregir fallas operativas y seguir ampliando la participación en regiones periféricas. Pero en política las tendencias pesan, y la del domingo es inequívoca: el Cambio no solo está vivo, marca el ritmo. Incluso los críticos más duros del Gobierno han tenido que admitir, entre líneas, que la consulta del Pacto “no fue una derrota” y que, frente a ese resultado, la oposición necesita replantear su estrategia.
En La W, el lunes en la mañana, empezó Vicky Dávila a plantear una idea que no había aparecido antes en su discurso: la necesidad de unirse en contra del Cambio. Creyeron que el Presidente Petro estaba solo, que la gente no había abierto los ojos y quería con ansías volver a la política tradicional, clientelista y corrupta que ha marcado a este país; mejor dicho, se creyeron tanto la mentira que llevan diciendo por tres años en sus micrófonos, que se llevan repitiendo entre sí, que no han sabido cómo reaccionar al hecho evidente de que el poder popular sigue estando del lado del Cambio, de las reformas sociales, de la idea de que nunca más podemos volver a los mismos que llevan más de 200 años lucrándose a punta de la desigualdad.
Ahora nos corresponde a quienes hacemos parte de este proyecto político mantener el trabajo incansable para asegurar en el 2026 que el rumbo de transformación que iniciamos hace tres años se mantenga. El objetivo del 2022 fue crearnos un espacio en el paisaje político, para el 2026 debemos además de ganar la Presidencia doblar el número de curules en el Congreso para garantizar el trámite de las reformas sociales que faltan, de manera tal que le cumplamos a los más de 2.7 millones de colombianos que gritaron a toda voz que el Cambio continúa.
