Reflexionado sobre el terrible robo de los resultados electorales en Venezuela podemos concluir que Latinoamérica debe robustecer la independencia de las instituciones democráticas ya que estas son la única barrera de contención que tenemos contra la locura de una dictadura como la de Maduro, el cual se quiere perpetuar en el poder.
Pero, antes de analizar lo que está ocurriendo hoy en Venezuela veamos un poco del panorama actual en el vecino país: Hoy Venezuela atraviesa uno de sus peores momentos, los ciudadanos viven una crisis humanitaria, teniendo que soportar una sistemática violación de sus derechos humanos: De acuerdo a cifras de …. cerca de 19 millones de personas requieren ayuda humanitaria urgente al no poder acceder a atención en salud y nutrición adecuada. Y es que no hay alimento, no hay trabajo, no hay medicamentos, la libertad de expresión es limitada, hay altísimas cifras de delincuencia organizada, persiguen a la oposición, manipulan el sistema electoral. Sin lugar a dudas, es una crisis pluridimensional.
Y, ¿qué ha pasado con las persecuciones? Persecución a la libertad de prensa y opinión: las autoridades han estigmatizado, hostigado y reprimido a medios de comunicación, clausurando medios disidentes. La autocensura es generalizada debido al temor a represalias. La organización de la sociedad civil Espacio Público denunció más 261 violaciones de la libertad de expresión en 2023; la censura y la intimidación fueron las más comunes.
En estas elecciones, el régimen de Maduro llamó a los medios internacionales “los sicarios de la mentira” y los acusó de ser un instrumento de la oposición. Cualquier noticia sobre fraude electoral será entendida como un saboteo a la “democracia venezolana”.
Persecución política: actualmente las autoridades persiguen, procesan penalmente y encarcelan a trabajadores sindicales, periodistas y defensores de derechos humanos. Desde 2014, más de 15.800 personas han sido objeto de detenciones por motivos políticos; de los cuales aproximadamente 270 continúan detenidos, según informó en octubre la red de abogados penalistas pro-bono Foro Penal.
La modalidad ha cambiado, ahora no sólo hay represión generalizada de manifestantes en las calles, también se hace vigilancia, acoso y criminalización selectiva a líderes, que incluye detenciones arbitrarias, torturas, malos tratos, violencia sexual, violencia de género, tortura y asesinatos “para sofocar la disidencia”, según constata la Misión de Determinación de los Hechos. No hay garantías electorales: el Consejo Nacional Electoral (CNE), autoridad de la que dependen los resultados electorales está conformada por fichas del régimen como su actual presidente Elvis.
Amoroso, quien, como contralor general, inhabilitó a candidatos de la oposición para participar en política. En conclusión, el actual presidente del CNE es abiertamente chavista y ha manifestado apoyo incondicional al régimen. El miedo impera en las calles, en 2023 la tasa de criminalidad (homicidios) de Venezuela fue de 27 por cada 100 mil habitantes. Superior al promedio de América Latina y el Caribe (18), incluyendo países como Colombia, México y Brasil, y más de 4 veces al promedio mundial (5,6).
La preocupante migración masiva: Más de 7,7 millones de venezolanos han huido del país, generando una de las mayores crisis migratorias del mundo. Por ejemplo, el número de venezolanos que cruzaron el Tapón del Dariénse disparó, más de 440.000 venezolanos cruzaron el Tapón del Darién entre enero de 2022 y octubre de 2023. En lo que va de año atravesaron la peligrosa selva del Darién más de 216.000 migrantes, la mayoría venezolanos.
De hecho, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino manifestó que “si la situación política empeora, en otro escenario, preparémonos porque eso (el flujo migratorio) va a aumentar en un cortísimo plazo.
Un sondeo realizado por Meganalisis y publicado en abril señala que al menos 44,6 % de la población venezolana consideraría emigrar si el presidente Nicolás Maduro consigue un tercer mandato presidencial. Todo lo anterior genera una nueva generación en peligro debido a las enfermedades y a la falta de servicios básicos, alimentos y material escolar, más del 26 % de los niños de entre 0 y 17 años no van a la escuela.
Por eso pueblo colombiano, esto es una gran enseñanza para que despertemos y protejamos las instituciones garantes y libres, esas mismas que permitieron que un personaje como Gustavo Petro llegará a ser alcalde de Bogotá y ahora presidente de Colombia.
Pueblo colombiano, aún estamos a tiempo de defender la democracia, proteger sus instituciones y asumir la política como un asunto propio y de todos. Les invito a que construyamos juntos una barrera de contención y frenemos, por vías democráticas, toda intención de monopolizar el poder escondida en discursos populistas y “buenas intenciones”.