Opina, tranquilo, tienes la palabra, así tu voz no sea escuchada por quienes deciden. Convencete de que no eres parte del fracaso, eres una víctima.
No solo los periodistas gozan del privilegio de la opinión autorizada, ni de darle rienda suelta a sus especulaciones. Tú también puedes hacerlo.
Todos tenemos un recomendado para reemplazar a Reinaldo Rueda, la única víctima visible hasta ahora, en el derrumbe en rendimiento y resultados. LOS MIOS SON BIELSA Y GALLARDO porque aparte de sus conocimientos, no aceptan manipulaciones.
Aunque el reconocimiento, la fama y los dineros de los triunfos son para directivos, entrenadores y futbolistas, quienes se desconectan de sus compromisos en la adversidad con gran facilidad, el sentimiento verdadero está en el público.
Quienes compartieron con Reinaldo responsabilidades, desde el área administrativa, se empeñan en buscar justificaciones, sin explorar diseños con soluciones, para un proyecto renovado y serio.
Todo parece una burla, porque, sin despeinarse, pasan de agache en el monitoreo crítico por el papelón vivido.
Llegará pronto un entrenador interino, cuestionado en los resultados, afecto al autobombo y al de los medios, cercano a los afectos del presidente de turno, para sobrellevar los próximos compromisos amistosos.
Costumbre fue a lo largo de los años dilatar la elección en propiedad, para aliviar los gastos, sin prever, analizar, consensuar y elegir con acierto, como ha ocurrido en los últimos procesos.
La tendencia ácida de criticar a los aficionados desde los púlpitos de los dirigentes del fútbol profesional, acusándolos de desagradecidos, es la misma de James insultándolos. El pueblo no juega.
Por ello nada se dijo, ante la incontinencia verbal del futbolista cuando se desbocó en medio de su incapacidad. Idéntica fórmula como rechazo para deslegitimar a los críticos, los que no tragan entero ni se someten a los caprichos de la dirigencia, cuando esta es prepotente. Siempre se ha visto.
Creado Por
Esteban Jaramillo