Movilidad en tiempos de coronavirus

Demanda de Transmilenio baja un 80%, pasa de transportar 2.4 millones de pasajeros a menos de 400 mil; se presenta déficit que debe ser estudiado y controlado.

A causa de la pandemia que estamos viviendo, el transporte público a nivel mundial, así como en la ciudad de Bogotá, se ha visto duramente golpeado; en la ciudad la demanda de Transmilenio ha bajado más del 80%, pasando de 2.4 millones de pasajeros diarios a tener menos de 400 mil. Una consecuencia inevitable de la necesidad de distanciamiento social.

Aunque la oferta de buses se ha reducido a menos de la mitad, la diferencia en la cantidad de pasajeros que transporta cada bus está haciendo un hueco financiero en el sistema, es importante recordar que a los operadores se les paga por kilómetro recorrido y no por número de pasajeros.

Este fenómeno no se está dando solo en Bogotá, en España el transporte público ha reducido incluso más del 90% su demanda en muchas ciudades, y la oferta ha caído en más del 60%. Estamos ante una situación que nunca se había visto, donde necesitaremos aumentar la capacidad de transporte público dramáticamente si queremos abrir sectores de la economía manteniendo el distanciamiento social.

Los alcaldes del país en general se han opuesto a cerrar los medios de transporte masivo, es una opción que solo se manejará en casos extremos, ni siquiera Milán o Nueva York, dos de las ciudades más afectadas por el virus, lo han hecho. Solo en China, específicamente en Wuhan y algunas ciudades cercanas, sí fue cerrado el transporte público casi por completo. 

En el caso de Bogotá la alcaldía ha sido clara en que cerrará Transmilenio si este sobrepasa el 35% de su demanda habitual. 

¿Por qué no se están cerrados los sistemas de transporte público en las ciudades? La respuesta es relativamente simple, médicos, policías, operarios de servicios públicos y personal esencial en toda la ciudad que no tienen vehículo propio (como ocurre a la mayoría de los ciudadanos), requieren moverse de forma segura para mantener los servicios básicos de la ciudad.

En el caso de Bogotá, Transmilenio es el sistema de mayor capacidad, es decir es el sistema que podría llevar más personas manteniendo el distanciamiento social. Por eso es importante que siga funcionando. Sin duda en días pasados se vieron problemas en los accesos a estaciones, en especial en Soacha y es que el tema no es simple. El sistema en horas pico superaba los 9 pasajeros por metro cuadrado, ahora no debería superar 1 o 2. En Europa donde los sistemas se diseñan para que no superen los 4 pasajeros por metro cuadrado, podrían incluso ir al 50% de su capacidad habitual cumpliendo el distanciamiento.

Aunque la cicla es un excelente instrumento y sin duda va a dar un aporte muy importante en esta situación, especialmente para los desplazamientos superiores a los 5 km., empieza a complicarse su uso masivo para muchos ciudadanos y aún más cuando la distancia a recorrer supera los 12 km. La realidad es que desafortunadamente no tenemos ningún sistema que pueda reemplazar el papel de Transmilenio actualmente.

Por el momento, la baja relación de pasajeros transportados con respecto al número de kilómetros recorridos está aumentando el costo de la tarifa técnica, lo cual está haciendo un hueco en las finanzas del sistema. Normalmente la tarifa plena de usuario cubre los costos de la tarifa técnica en el sistema, sin embargo, con la reducción superior al 80% en las validaciones de Transmilenio esta tarifa ya no cubre los costos del sistema. Por este motivo la alcaldía ha tenido que destinar recursos adicionales para cubrir este nuevo déficit, como se mencionó cerrar el sistema o llegar a quebrarlo no es una opción. En otro momento, superada esta crisis, deberemos tratar el tema de los altos costos operacionales de los sistemas de transporte basados en buses y revisar las condiciones pactadas en esos contratos.

A partir del 27 de abril y anticipándose a la entrada de varios sectores de la economía, Transmilenio anunció que empezaría a operar con toda su flota, es decir con su máxima capacidad. Es un reto enorme, por ejemplo, en horas pico un bus biarticulado podría transportar hasta 350 pasajeros con su típico sobrecupo, ahora no debería superar este mismo bus los 90. 

En este momento, el siguiente paso es buscar la forma para que Transmilenio pueda transportar más usuarios sin superar los 2 pasajeros por metro cuadrado. Para este propósito reducir los flujos en hora pico es imprescindible, es necesario que los empresarios pongan mucho de su parte para lograrlo. Reabrir las actividades de sus empresas con turnos reducidos y rotativos, manteniendo en teletrabajo a todo el personal posible sería de enorme ayuda. Por ejemplo tener 3 turnos, uno de 6:30 a.m., a 1 p.m., otro de 1 p.m., a 7 p.m., y otro de 9 a.m., a 4 p.m., solo para personal indispensable, es una alternativa.

Hacer uso óptimo de lo que hoy dispone la ciudad en materia de transporte evitará que se desate una fiebre del uso del carro. Aunque en esta crisis echemos de menos tener una red de metros y un verdadero sistema de movilidad sostenible, tenemos que garantizar que lo que hoy existe funcione lo mejor posible.

P.D. Cuánto hubiera servido contar con un sistema público de bicicletas en estos momentos.

https://www.citylab.com/perspective/2020/04/coronavirus-public-transit-subway-bus-ridership-revenue/609556/?utm_campaign=socialflow-organic&utm_medium=social&utm_content=citylab&utm_source=twitter?utm_source=twb

http://www.infraestructurapublica.cl/biotren-concepcion-redujo-56-servicio-tercio-estaciones-no-estan-operativas/

 

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