¿Cómo y cuándo podrán volver a operar los bares, discotecas y restaurantes en completa normalidad? La respuesta es incierta y aunque la pandemia y las importantes medidas tomadas por los líderes gubernamentales han tenido como objetivo la disminución de los riesgos de contagio y de propagación acelerada y descontrolada del virus, todos los sectores se han visto afectados por los efectos directos en sus economías. Sin embargo, para unos el panorama es menos claro y más desalentador que para otros.
En días pasados, el Gobierno Nacional manifestó la alta probabilidad de extender las restricciones asociadas a la generación de grandes aglomeraciones de personas durante los próximos 18 meses, pronunciamiento que, además, se vio acompañado por la expedición del Decreto 579 de la Presidencia de la República, en el que, entre otras medidas, se establecieron aquellas asociadas a los contratos de arrendamiento en el marco del Estado de Emergencia. Estas dos acciones gubernamentales significaron un fuerte golpe para el sector de los bares, discotecas, hoteles y restaurantes, que acto seguido se pronunciaron a través de un comunicado de la Confederación Nacional de Comerciantes de la Noche, Turismo y Servicios -Confedecont-, expresando la imposibilidad para cumplir con sus obligaciones, y declarándose en estado de insolvencia y quiebra masiva, que llevaría al cierre inmediato de todos los establecimientos asociados al sector.
En septiembre de 2019, se estableció que la industria nocturna movía alrededor de tres billones de pesos al año en el país (lo que significa en perspectiva, 12 veces las exportaciones de aguacate del país el año pasado), y en Bogotá, según la Asociación de Bares (Asobares), se facturó alrededor del medio billón de pesos en 2019. Adicionalmente, el sector de la noche ha sido uno de los principales generadores de empleo en el país, con especial énfasis, en la ciudad. Según cifras de Asobares, en todo el país se estima que 350 mil establecimientos generan en tiempos de no pandemia 750 mil puestos de trabajo, y en la capital, se estaría hablando de que en los más de 10 mil bares registrados, según la Cámara de Comercio, se generan alrededor de 60 mil puestos de trabajo: 34 mil empleos directos y 30 mil indirectos los fines de semana; esto sin contar la generación de trabajo proveniente de los 200 locales de música en vivo y de las seis zonas de restaurantes con las que cuenta Bogotá, que también se ven hoy afectadas, pues según la Asociación Colombiana de Restaurantes (Acodres), a pesar de la implementación de la modalidad de servicio domiciliario, sus ventas han caído en un 81%.
Lo anterior, no puede desligarse de una realidad: la fuerte caída del turismo tras las medidas de aislamiento preventivo, cancelación de todos los vuelos nacionales e internacionales y cierres de fronteras y aeropuertos. Así, entre el año 2015 y el 2018, la cantidad de turistas que llegaron a la ciudad tuvo un crecimiento exponencial, siendo para el año 2018, según cifras del Instituto Distrital de Turismo y el Observatorio de Turismo, de 12.923.975 personas, y para el año 2019 de 12.462.731 turistas. En cuanto al turismo internacional, el Distrito recibió el año pasado a 1.904.457 personas, de las cuales el 54,2% afirmó que visitaba la ciudad con motivos vacacionales, recreacionales y de ocio; el 20,4% con el fin de saludar amigos y familiares y el 14,1% en razón de negocios o motivos personales. Algo muy importante para tener en cuenta es la destinación de sus gastos, por ejemplo, en lo referente a los de alimentación; los turistas nacionales afirmaron que el 28% del presupuesto de su viaje se destinaba para dicho fin, mientras que los internacionales asignaron el 24,6% de su presupuesto para ese efecto.
En este escenario, el sector del entretenimiento nocturno parecía hasta el momento esquivo a verse afectado por las crisis económicas por las que había atravesado el país; tal como lo mencionó uno de los empresarios del sector en el 2019, la gente decía “después de tanto estrés o trabajo me merezco una buena rumba” o “estoy estresado, me voy de rumba”. Hoy, la realidad es otra, y es que es precisamente este, uno de los sectores más afectados, no sólo por las dificultades para operar, sino también por las medidas que a mediano plazo imposibilitarían la presencia de turistas, por el tiempo que tomará recuperar la confianza de los consumidores para reestablecer la vida social y sobre todo, por los inconvenientes del sector para superar este período crítico, en el que los propietarios de estos negocios han tenido que asumir los gastos de arrendamiento sin ningún auxilio real, y se han visto cortos para poder cumplir con sus nóminas, pagos de servicios públicos y de impuestos como Industria y Comercio, IVA de los cánones de arrendamiento, Sayco y Acinpro, impuesto al consumo, Cámara de Comercio, entre otros.
Según Condefecont, el 96% de los bares, restaurantes y discotecas funcionan bajo la modalidad de arrendamiento, razón por la que resulta fundamental revisar de manera urgente, temas como la entrega de los locales sin la generación de incentivos negativos, la exención del IVA a los arriendos que se mantengan, y la posibilidad de realizar descuentos y postergación de los pagos de impuesto predial de los arrendadores, con el fin de abrir las puertas a acuerdos entre las partes y posibles negociaciones. Además, se deben revisar otros temas como la posibilidad de congelación del pago de registro mercantil, eliminación de retención de fuente y anticipos de 2020; estas y otras iniciativas han sido presentadas por el sector con el objetivo de lograr mantener los contratos de trabajo y salir a flote.
Hoy hay una realidad, este sector contaba con que en un fin de semana entre 500.000 y un millón de personas salían a bailar en Bogotá y hoy se encuentra agonizando; la necesidad de reactivar la economía manteniendo el distanciamiento social como requisito indispensable, hace que este escenario para ellos se torne cada vez más difícil y más exigente en términos de lo que se va a requerir para regresar a la normalidad. Por ahora, el Gobierno Nacional y Distrital están en mora de facilitar apoyos económicos reales y medias efectivas que le permitan a este gremio, que es uno de los principales motores de la economía de las ciudades y del país, la supervivencia de los negocios. Cabe recordar que por estos días, lo más importante por preservar es nuestro espíritu solidario, también con aquellos sectores que tanto nos han aportado en distracción y esparcimiento.