¿Encerradx en casa y no sabes qué hacer? Te propongo que veas “La llegada” (disponible en Netflix), que regreses a este escrito, y que discutamos la peli...
Un evento está cambiando la historia para siempre: las personas están desesperadas y buscan seguridad encerrándose en sus hogares, la economía colapsa y la colaboración entre comunidades es imposible. Esto es lo que está en juego en “La llegada”, una película que explora la incertidumbre de la experiencia humana a través del lenguaje.
El lenguaje es la capacidad de procesar un contexto y comunicar ideas a un receptor. Algunas veces, expresar lo que sucede a nuestro alrededor es una tarea difícil, pero es una hazaña tener la paciencia suficiente para entender culturas que poseen semántica y gramática distintas. Algo que dificulta esta interacción es la incertidumbre, o sea la incapacidad de poder pronosticar el futuro. Sentirse así nos impacienta, nos vuelve paranoicos e imposibilita la comunicación. Sin embargo, persistir en la voluntad de correspondencia con el otro, no solo facilitaría la intención de un mensaje, permitiría descubrir conocimientos comunes entre un emisor y un receptor muy diferentes... verdades universales, por así decirlo.
En “La llegada”, doce elementos (“cascarones”) de origen alienígena se posicionan en distintos sitios de la Tierra. Cuando ninguno de los Estados en cuestión explican su presencia, la Tierra cae en una crisis de orden público, económico y espiritual. Louise Banks, una renombrada lingüista, es reclutada por el ejército gringo para que intente entablar un canal de comunicación con los habitantes del “cascarón” en territorio estadounidense. Ya en el campo, Louise es intimidada por varios recuerdos e imágenes que surgen en su cabeza; aun así, la doctora se entrega a su tarea, sin saber que su relación con estas criaturas le llevará a reconsiderar su propia identidad.
“La llegada” es una historia sobre comunicación. Otras películas tratan sobre cómo entender y tratar con “minorías”, pero esta rompe esquemas al tomar el lenguaje como el concepto más básico para entender las interacciones humanas. Los saludos, los pronombres y los verbos no representan definiciones estáticas, son entes cambiantes que se transforman según el contexto, la cultura y el estado emocional de los interlocutores. Por ejemplo, la urgencia de una secuencia parte de la necesidad de tanto alienígenas, traductores y fuerzas beligerantes de equiparar los significados de las palabras “arma”, “herramienta” y “regalo”.
Cuando la lingüista protagonista trabaja para hacer del lenguaje de los visitantes algo propio y formar un vínculo de empatía y respeto con ellos, empieza a percibir que, si bien está entendiendo a las criaturas, también está experimentando el tiempo como ellas. Al empezar a ver el mundo como otro individuo, Louise reconsidera los significados de varios aspectos de sus vida, particularmente sus decisiones, sacrificios, y la inevitable mortalidad de las personas que ama. La película revela esto con herramientas únicas, permitiendo que como audiencia resolvamos el acertijo como lo hizo Louise: con las respuestas que ya llevamos con nosotros.
Siendo la comunicación efectiva una necesidad de nuestra sociedad actual, “La llegada” nos hace conversar con nuestras actuales circunstancias, invitándonos a enfrentar lo desconocido a través del entendimiento la experiencia de nuestros interlocutores, para redefinir el significado de la nuestra.