“Escríbele una carta de amor” aconsejaba a su primo, quien no recibía respuesta de su amor inalcanzable. “Sé que las flores que enviaste no hablaron” pero insiste. El amor es tenaz y obstinado, es el melodrama platónico que no nos deja dormir en la adolescencia. “Miras éstas para que te inspires: Albertina que motivó a Neruda: te pareces a la palabra melancolía. Julio, el de las flores negras, para que no te sepulten cual los helechos. Pero hay una que vence cualquier resistencia que debemos encontrar”.
El primo abrió los ojos atentos: “la que Bolívar le envió a su prima Fanny antes morir”. El despechado, estudiante de derecho y de corte bolivariano, le hipnotizó esta última sugerencia. Leyó “A Fanny”. Solo cambio dos líneas: la fecha del envío (San Pedro Alejandrino,6 de diciembre de 1830) y el nombre del remitente dejando -Tuyo del alma-. No imagino el corazón juvenil esquivo, de provincia, - adiestrado por Corín Tellado- recibiendo: “te extrañaras que piense el ti al borde del sepulcro” o “Me tocó la misión del relámpago: rasgar un instante las tinieblas, fulgurar apenas sobre el abismo y tornar a perderse en el vacío”. Esto es plagio motivado por esa pasión desbordada del amor no correspondido en el cerebro androgénico de un adolescente. La tormenta lujuriosa que afloja las anclas morales del lóbulo prefrontal.
Pero a veces queremos ser insuperables y creativos. Que difícil tarea. Pensamos que lo que escribimos es único y caemos en lo que en neurociencias se denomina criptomnesia. Son esos recuerdos que están firmemente atornillados la memoria y no recordamos la fuente. En un momento dado viene la chispa del “aja” los utilizamos y caemos ingenuamente en lo que se llama plagio inconsciente. Pensamos que son nuestros estos originales y el resultado: se nos olvidó la fuente.
La criptomnesia ha llevado a artistas y personajes a problemas legales y líos judiciales con indemnizaciones millonarias (George Harrison, ejemplo señalado frecuente) Reagan, en el ajetreo de una campaña narró como real una escena de una película. O el ridículo de contar un chiste en una reunión social a quienes nos lo habían contado. La memoria oculta y el olvido de las fuentes y sus pesadas bromas.
En el ámbito académico el plagio tiene dos connotaciones. Por un lado, el método pedagógico en donde en esta época direccionamos al estudiante a la búsqueda de la información. “Copiar y pegar. “La enseñanza que aplica la estrategia aprendizaje por problemas es quizá la que estimula la creatividad y la búsqueda de la solución. Tiene gran impacto en las iniciativas y mantener como sujeto activo al estudiante estimulando la memoria. Se recuerda lo que se hace. Así nace el pensamiento crítico.
El otro aspecto es en la investigación y los resultados amañados para los aplausos transitorios. Tan ligero son los éxitos que la falta de reproducibilidad de la metodología aplicada en otros sitios los descalifica inmediato. En mi disciplina fue notorio las publicaciones sobre informes de trasplantes para enfermedad de Parkinson y la de los pacientes con trauma raquimedular, a quienes se le vendía la ilusión que volverían a caminar. Se montó todo un circo e incautos cayeron bajo la comedia de estos farsantes. Hay que seguir buscando y con las nuevas tecnologías de estimulación cerebral profunda hemos alcanzado rigurosamente control de los signos como temblor y rigidez. A los colombianos discapacitados reintegrarlos a su vida laboral y demostrar que esta es una sociedad que los apoya con su limitación.
El plagio intencional no es otra cosa que un fraude. Es robar las ideas ajenas e incorporarlas como propias. Es un delito y una mutilación. Se le corta al cerebro del responsable la chispa de la innovación y de la creatividad, se corrompe el aprendizaje y se entra a ese ataúd que es la miopía del futuro. Frutos inmediatos sin medir las consecuencias de estos actos tardíamente.
Además, son tontos. Hay en este momento múltiples herramientas tecnológicas y software para detectar plagio. Las escuelas y universidades cuentan con ella y se expone innecesariamente el alumno que “lo atrapen caminando, robándose la segunda”, sin necesidad. Que decir de las revistas médicas y los estudios musicales. Impulsar la creatividad desde pequeños es una responsabilidad del docente como orientador. El centro educativo tiene la misión de construir espacios de innovación y prevenir el plagio. Construir los escenarios de exploración donde germine la creatividad. Cambiar, por ejemplo, las tesis de revisión por trabajos de investigación Debe mostrar también disciplina y la gradualidad de su sistema de penas con confidencialidad. Pero no de crucificar en plena autopista o decapitar en la plaza de mercado a quien cometió el gesto indecoroso e intencional de engañar. Hay que ejercer la sanción social, estricta y severa, pero con elegancia.
Diptongo: a mis estudiantes procedentes del Viejo Bolívar, les exigía más. Igual a los parlamentarios de mi partido. Jennifer, si se comprueba el supuesto plagio, debe renunciar y volver a las aulas.