
La Universidad Nacional de Colombia, en términos de tradición, prestigio, calidad y selectividad, es reconocida como una de las más importantes universidades del país. Su presencia en Bogotá, Medellín, Manizales, Palmira, Arauca, Leticia, Tumaco, San Andrés y La Paz (Cesar) hace de este centro educativo uno de los que mayor cobertura tiene en el territorio nacional. Por ello, la elección de su rector o rectora es un acontecimiento que impacta la política educativa del país y al que vale la pena hacerle seguimiento.
El proceso de elección se inicia por unas postulaciones abiertas, aquellos que cumplan requisitos serán sometidos a una consulta interna a la comunidad académica (profesores, alumnos y egresados). Los resultados de los cinco aspirantes que hayan obtenido el mayor respaldo en la Consulta se presentarán al Consejo Superior de la Universidad y, finalmente, será ese órgano que tome la decisión sobre la elección del rector o rectora.
La semana pasada se cerró la inscripción de candidatos que se postulan a ocupar tal cargo para el periodo 2021 - 2024. En total, seis personas presentaron su nombre para el cargo: cinco profesores de planta de la Universidad y una persona que no está vinculada la institución. Esto muestra que internamente hay interés de conformar equipos para liderar la Universidad.
Estos son los nombres de los profesores que se postularon: Jorge Iván Bula Escobar, Moisés Cetré Castillo, Diego Hernández Lozada, Dolly Montoya Castaño y Ana Yamile Pineda Torres. Dos de los candidatos son economistas: Jorge Iván Bula – vinculado a la facultad de economía -y Moisés Cetré perteneciente al Instituto de Estudios Urbanos, los demás cada uno representa una facultad diferente: Diego Hernández: ingeniería, Dolly Montoya: ciencias, Ana Yamile Pineda: humanidades. Sorprende que los cinco que se candidatizaron son profesores de la sede Bogotá, es decir que no hubo profesores de otras sedes que se presentaran.
El sexto candidato es Óscar Francisco Vanegas Corredor egresado de la facultad de ingeniería de la Universidad Nacional pero que no está vinculado como docente de planta. Su carrera profesional la realizó en Japón en donde trabajó en inteligencia artificial para varias compañías importantes de ese país.
Con respecto a estos seis candidatos, puedo identificar ventajas de cada uno de los candidatos: Dolly Montoya es actualmente la rectora y además fue la primera mujer en ocupar tal cargo en la historia de la Universidad; Diego Hernández tiene lazos cercanos con el gobierno actual pues acaba de renunciar a su cargo como Viceministro de Conocimiento del MinCiencias; Moisés Cetré representa a las comunidades afro; Ana Yamile Pineda representa a las humanidades que no han logrado aún tener una rectora y Jorge Iván Bula cuenta con una gran trayectoria en la Universidad que puede ser atractiva para el Consejo Superior. Finalmente, Oscar
Francisco Vanegas cuenta con un conocimiento profundo de inteligencia artificial que, en época de pandemia, se convierte en una posibilidad para que la Universidad cuente con un rector con capacidad de proponer opciones innovadoras y revolucionarias para proyectar la educación virtual que están recibiendo los estudiantes.
Con respecto a la formación de los seis candidatos, resulta interesante ver que todos tienen estudios de doctorado. Lo anterior muestra un cambio con respecto a postulantes de años anteriores. Esto no quiere decir que tener un doctorado sea un requisito para el cargo pero sí muestra que la comunidad académica se está proyectando hacia un liderazgo no sólo académico sino también para proyectar liderazgo desde lo estratégico y lo administrativo.
Esperemos, para el bien de la Universidad Nacional de Colombia y para el bien de la sociedad colombiana, que el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Colombia elija como rector de tal institución a la persona con la mayor capacidad de liderar desde lo académico, lo estratégico y lo administrativo a esta importante institución. Lo anterior dado que, en época de pandemia, las universidades fueron sometidas a cambios profundos que tendrán efectos en su estabilidad financiera y en su reconocimiento académico y, en ese sentido, la responsabilidad de esta elección es crucial.