Al cumplirse cinco años de la muerte del niño Gabriel Fernández producto de la tortura a la que fue sometido por parte de su madre y padrasto, la Fiscalía del condado de Los Ángeles dictó la sentencia contra estas personas.
Se trata de Pearl Sinthia Fernández, de 35 años, madre del pequeño conocido como Gabrielito, y quien fue sentenciada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, mientras que su pareja, Isauro Aguirre, de 37 años, fue sentenciado a pena de muerte por el juez de la Corte Superior del condado de Los Angeles, George Lomeli.
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Al término de la audiencia en la que se emitió el fallo, el juez Lomeli calificó el crimen como "horrendo, inhumano y peor que el demonio. (...) Espero que piense sobre el dolor que causó a este niño y que te torture".
La madre del menor fue hallada culpable de tortura y del cargo de asesinato en primer grado. En febrero de este año, además se declaró culpable de este último delito, indicó la oficina del fiscal.
Entre los argumentos tenidos en cuenta para dictar el veredicto está el examen forense, el cual demostró que el pequeño era obligado a comer arena para gato, además peritos confirmaron mediante pruebas de ADN que las manchas de sangre encontradas en el apartamento del hombre correspondían a la víctima.
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El juicio contra Aguirre inició el pasado mes de octubre y desde entonces el fiscal del caso presentó al jurado una serie de evidencias para demostrar que el acusado habría torturado en reiteradas oportunidades a su pequeño hijastro durante varios meses antes de su muerte.
Los hecho se presentaron en el año 2013, en la ciudad de Los Ángeles, cuando Gabrielito, como era conocido este menor de 8 años, murió como consecuencia de la tortura a la cual fue sometido por parte de su padrasto, con la complicidad de su madre.
