Las autoridades de la ciudad de Chester, al norte de Inglaterra, arrestaron a una mujer que trabajaba en un hospital público por ser sospechosa del asesinato de al menos ocho bebés.
El arresto de la mujer se dio tras una investigación en la unidad neonatal del hospital público de Chester, que sospechó de las circunstancias de la muerte de un total de 17 bebés en esa institución, los cuales al parecer estarían bajo el cuidado de la mujer arrestada.
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En mayo de 2017, la Policía de la localidad fue alertada por el hospital del gran número de fallecimientos de bebés, ocurridos en ese centro entre junio de 2015 y junio de 2016.
Como resultado de las primeras indagaciones, la investigación a cargo del inspector Paul Hughes se amplió para determinar qué le sucedió a los 15 bebés que sufrieron lesiones en ese mismo periodo.
Hughes declaró recientemente que la "compleja" investigación "continúa en marcha" y que su equipo tiene que asegurarse de "hacer todo lo posible" para establecer "en detalle" qué llevó a los fallecimientos de los bebés.
Además, explicó que dada la naturaleza del caso, han consultado con "numerosos especialistas" para extraer toda la información posible y poder llegar hasta el final de las investigaciones.
"No hemos establecido plazos, pero estamos comprometidos a llegar a conclusiones en esta exhaustiva investigación tan pronto como sea posible", dijo Hughes, que aseguró que las familias de los menores ya están al día sobre los resultados de las investigaciones.[single-related post_id="901899"] Por su parte, Ian Harvey, director del hospital, señaló que "pedir a la Policía que investigara sobre esto no fue algo que hiciéramos a la ligera, pero teníamos que hacer todo lo que pudiéramos para entender lo ocurrido y dar las respuestas que desesperadamente necesitan las familias". De comprobarse que la mujer es la responsable de la muerte de los infantes, tendría que responder por delitos como homicidio agravado e inclusive, según la misma policía, podría ser condenada a cadena perpetua.
