La cultura del reciclaje está cada vez más presente en los hogares bogotanos. Sin embargo, se trata solo del primer paso de cara a los grandes retos de las sociedades actuales en materia de tratamiento y eliminación de los residuos generados cada día en las urbes.
A grandes rasgos, el reciclaje es el proceso mediante el cual un objeto, producto o material, es sometido a un ciclo de tratamiento total o parcial para obtener cierta materia prima o nuevo producto a partir de este. Este método no solo tiene impactos positivos en cuanto a sostenibilidad medioambiental y disminución de la huella de carbono, sino que en el corto y mediano plazo disminuye la cantidad de residuos sólidos llegan a los rellenos sanitarios.
El proceso no toma más de un minuto, pero la diferencia en toneladas de basura (residuos que no pueden reciclarse ni reutilizarse), es mucha. El primer paso consiste en separar los productos según su material y composición; ya sea papel, cartón, vidrio o metal. Para ello, es indispensable que estos se encuentren limpios y secos. En cuanto a los elementos orgánicos o de origen natural que no puedan ser reutilizados, que estén sucios, o en muy mal estado, estos deberán ser desechados en el lugar dispuesto para ese fin.
El éxito de la gestión de los residuos sólidos en las ciudades no es exclusiva de las empresas que realizan la actividad de limpieza, barrido y transporte de los desechos, se trata de una tarea conjunta entre: ciudadanos (separación de los residuos); recicladores de oficio (clasificación y transporte); y autoridades (realización de campañas de sensibilización), si se tiene en cuenta que el reciclaje, sin duda alguna, es un pilar fundamental para minimizar todo tipo de impactos en el medio ambiente y promover el uso racional de los recursos naturales.
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Por esto, en Bogotá la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP) a través de la Subdirección de Aprovechamiento, le ha apostado a la promoción de una estrategia pedagógica para que los ciudadanos sepan dónde se deben depositar los residuos, dependiendo de su naturaleza. Para lograrlo, solo se requieren dos tipos de bolsas: blanca y negra, aprovechables y no aprovechables, respectivamente.
Beatriz Elena Cárdenas, Directora de la UAESP, le contó a KienyKe.com cómo se debe realizar la separación de las basuras y así poder aprovechar los materiales reciclables: “En la bolsa negra deben ir todos los elementos orgánicos que ya cumplieron su vida útil, los residuos sucios, y aquellos que ya no pueden ser aprovechados. En la bolsa blanca debe ir el material reutilizable o reciclable que esté debidamente limpio y seco".
Así va el reciclaje en Bogotá
Lun, 18/12/2017 - 17:41
La cultura del reciclaje está cada vez más presente en los hogares bogotanos. Sin embargo, se trata solo del primer paso de cara a los grandes retos de las sociedades actuales en materia de tratamie