El empresario conservador de 65 años, Guillermo Lasso, asumirá la presidencia de Ecuador, en medio de una aguda crisis económica y sanitaria por el duro golpe del Covid-19 que azota al país andino, de casi 17 millones de habitantes.
Lasso ganó la presidencia en el balotaje del 11 de abril con el 52,36% de los votos, superando a Andrés Arauz, candidato del expresidente Rafael Correa, que obtuvo el 47,64%.
El nuevo jefe de Estado deberá gobernar en medio de una doble crisis en donde no se cuenta además con legislatura: Creando Oportunidades (CREO), tiene solo 12 sillas en la Asamblea Nacional, de 137 miembros.
La designación de la presidenta de la Asamblea, Guadalupe Llori, asambleísta de la región amazónica, del Movimiento Plurinacional Pachakutik, con los votos de CREO, y su posterior ofrecimiento de dar gobernabilidad le darán un respiro a Lasso, aunque es difícil predecir cuánto tiempo durará ese respiro.
El coordinador de Pachakutik en la Asamblea Nacional, Rafael Lucero, señaló que durante un tiempo, Lasso podrá demostrar su intención para sacar adelante al pueblo. En entrevista con Sputnik, el coordinador explicó que ese bloque legislativo, si bien le dará gobernabilidad al Ejecutivo de Lasso, no significa carta abierta para eventuales privatizaciones o medidas que puedan afectar a la población.
Reactivación cuesta arriba
Lasso deberá enfrentar el reto de la reactivación de la economía que el año pasado se contrajo casi un 8% y que para este año debería crecer apenas entre un 3 y un 3,5%.
En el ámbito económico, Lasso tendrá que lidiar también con la herencia de una deuda pública de alrededor de 63.000 millones de dólares, equivalentes a un 63% del Producto Interno Bruto (PIB) de la nación andina.
En el ámbito social, el nuevo mandatario recibe también una situación precaria: 32 de cada 100 ecuatorianos en situación de pobreza y 15 de cada 100 en pobreza extrema, así como un desempleo de alrededor del 6%.
Vacuna, otra reto
Uno de los primeros retos a los que tendrá que enfrentarse el nuevo presidente es cumplir con su promesa de inmunizar a nueve millones de ecuatorianos en los primeros 100 días de su Gobierno.
Según ha asegurado Lasso, la vacunación es su principal objetivo para reactivar la economía lo más rápido posible.
De acuerdo con datos oficiales, Ecuador acumula alrededor de 420.000 casos positivos de COVID-19, confirmados con pruebas PCR, y más de 20.000 fallecidos, entre probados y probables, pero gremios de médicos dicen que hay un subregistro pues no se han hecho las suficientes pruebas a la población.
El presidente saliente, Lenín Moreno, deja apenas 1,7 millones de personas inoculadas, de las cuales solo 400.000 han recibido dos dosis; el Gobierno de Moreno ha recibido en total 2,4 millones de dosis de vacunas.
La próxima semana deben llegar a Ecuador 700.000 nuevas dosis, de las cuales 200.000 son donadas por China.
Según el actual secretario de la Presidencia, Jorge Wated, el Gobierno de Moreno ha pagado anticipos por 75 millones de dólares para obtener 20 millones de dosis de vacunas, pero al Gobierno de Lasso le tocará gestionar las entregas con los diferentes laboratorios, que tienen retrasos por la alta demanda que tienen a nivel mundial.
Apertura al mundo
Durante la presentación de su Ministro de Relaciones Exteriores, el diplomático de carrera Mauricio Montalvo, Lasso le encargó hacer más visible a Ecuador en el mundo.
El mes pasado, en una reunión con su par colombiano, Iván Duque, conversó sobre el tema del ingreso de Ecuador como miembro pleno de la Alianza del Pacífico, bloque regional conformado por Colombia, Chile, México y Perú.
El nuevo mandatario también deberá continuar las negociaciones iniciadas por Moreno para adherirse al tratado de libre comercio con Estados Unidos, que tienen vigente sus vecinos Colombia y Perú.
Al menos ocho jefes de Estado y siete cancilleres asistirán a la toma de posesión de Guillermo Lasso como presidente de Ecuador.
Entre los mandatarios que asistirán están los presidentes de Brasil, Jair Bolsonaro; de Chile, Sebastián Piñera; de Colombia, Iván Duque; de Haití, Jovenel Moïse; de la República Dominicana, Luis Abinader; de Honduras, Juan Orlando Hernández; y de Uruguay, Luis Lacalle Pou. También asistirá el rey Felipe de España.
