La turba pro-Trump emitió en vivo sus destrozos y ganó dinero haciéndolo

Sáb, 09/01/2021 - 14:44
Un sitio de streaming tiene unas políticas relajadas contra los discursos de odio. Allí van a parar quienes tienen la entrada prohibida a plataformas como YouTube o Twitch.
Créditos:
Erin Schaff / The New York Times

El miércoles, cuando el nacionalista blanco Tim Gionet irrumpió en el Capitolio estadounidense con una turba de fieles a Trump, entró a las oficinas del Congreso y puso los pies encima de los muebles de los legisladores, también platicó en vivo con más de 16.000 de sus seguidores.

Por medio de un sitio de transmisión en vivo llamado Dlive, Gionet —conocido en línea por el alias “Baked Alaska”— compartió sus acciones dentro del Capitolio. A través de Dlive, sus seguidores le enviaron mensajes en los que le dijeron a dónde ir para evitar ser capturado por la policía. También le dieron “limones” de propina, una moneda de Dlive que puede convertirse en dinero de verdad y que el miércoles le produjo más de 2000 dólares a Gionet, según estimaciones en línea.

Gionet opera uno de al menos nueve canales que usó Dlive para compartir videos en tiempo real de las primeras líneas de los desmanes del miércoles. Gionet y cientos de otros miembros de la extrema derecha han recurrido a la plataforma después de que los servicios tradicionales los eliminaron. En 2017, Gionet fue expulsado de Twitter; el año pasado, lo bloquearon en YouTube.

La popularidad en aumento de Dlive demuestra cómo, desde las elecciones de noviembre, un éxodo en línea de figuras de la extrema derecha de Facebook, Twitter y YouTube se ha movido más allá de los sitios alternativos de redes sociales, noticias y video como Rumble, Gab y Parler. Transmitir en vivo también tiene sus ventajas… en especial como un medio para comunicarse en vivo con seguidores y ganar dinero difundiendo odio.

Ese giro obtuvo un mayor impulso esta semana después de que Facebook, Twitter, Instagram, Snapchat y Twitch limitaron las cuentas del presidente Donald Trump por incitar la violencia del miércoles y restringieron a otras personalidades de la derecha.

El viernes, Dan Bongino, un conductor de podcast de la derecha, tuiteó que iba a dejar Twitter para siempre porque era una “plataforma antiestadounidense” y que mejor tendría una cuenta en Parler. Posteriormente, Twitter señaló que había suspendido de manera permanente las cuentas de varios destacados seguidores de Trump que usaron la plataforma para propagar teorías conspirativas, entre ellos la abogada Sidney Powell y el exasesor de seguridad nacional de Trump, Michael Flynn.

En un comunicado del viernes, Dlive señaló que tenía “una tolerancia cero hacia cualquier tipo de violencia y actividad ilegal”. Agregó que había suspendido, obligado a desconectarse o limitado diez cuentas, y había borrado 100 transmisiones. Dlive también mencionó que estaba congelando las ganancias de las personas que irrumpieron en el Capitolio para transmitir desde ahí.

Sin embargo, otras personas que se dedican a emitir en continuo e investigadores especializados en desinformación señalaron que la reciente función de Dlive como refugio de nacionalistas blancos era poco probable que cambiara. Esto se debe a que el sitio —fundado en 2017 y similar a Twitch, la plataforma propiedad de Amazon donde los videojugadores transmiten en vivo sus partidas— les sirve a las personas que se dedican a emitir en continuo porque generan decenas de miles de dólares y beneficios mientras el servicio recibe un porcentaje de ese ingreso.

Jo-dell Brodhagen, transmisora en continuo de Dlive y comediante de Ontario, comentó que se había percatado que el sitio era cada vez más complaciente con los miembros de la extrema derecha, pues atendía con rapidez sus preguntas y quejas mientras silenciaba a quienes llevaban mucho tiempo emitiendo y lo cuestionaban por las declaraciones racistas de esas personas. Brodhagen comentó que Dlive prefería a los supremacistas blancos porque veía “los datos y el dinero que se está gastando en estas personas”. Brodhagen mencionó que planeaba dejar el sitio.

El crecimiento de Dlive ha sido frenético, según analistas. En abril de 2019, el sitio informó que tenía 5 millones de usuarios activos. El miércoles, más de 150.000 personas vieron al mismo tiempo las emisiones de Dlive, uno de los días con mayor actividad de su historia, y más del 95 por ciento de esas vistas fueron para personas de extrema derecha, según Genevieve Oh, una analista de las emisiones en continuo.

Dlive fue fundada por Charles Wayn y Cole Chen, unos jóvenes emprendedores que estudiaron en la Universidad de California, campus Berkeley. Wayn dirige la empresa; Chen la dejó “hace mucho tiempo”, según Dlive, con sede en Silicon Valley.

El sitio fue construido sobre la denominada tecnología de la cadena de bloques que creó otra empresa emergente, Lino, la cual recaudó 20 millones de dólares de inversionistas en 2018. En un inicio, Dlive se posicionó como una plataforma para transmitir videojuegos que no iba a obtener un porcentaje de los ingresos de sus participantes, como lo hacen Twitch y otras plataformas. Esa política cambió este año.

En abril de 2019, Dlive se anotó uno de los transmisores más destacados cuando Felix Kjellberg, una estrella de YouTube mejor conocida como PewDiePie, declaró que iba a emitir sus juegos desde Dlive (PewDiePie regresó a YouTube el año pasado).

Sin embargo, para finales de 2019, Dlive estaba “en las últimas”, según un veterano productor de contenidos audiovisuales, Nikola Jovanovic. En ese momento, BitTorrent, el servicio donde se comparten archivos de puerto a puerto, entró en escena para comprar Dlive. La empresa matriz de BitTorrent, Tron, es propiedad de Justin Sun , un multimillonario chino de las criptomonedas.

Para ese momento, los provocadores habían comenzado a unirse a Dlive, atraídos por el relajado trato que se le da al discurso prohibido, pues en esencia les permitía decir lo que quisieran.

Por ejemplo, en 2019, Nick Fuentes, quien asistió al mitin de supremacistas blancos en Charlottesville, Virginia, y ha defendido el “nacionalismo cristiano”, fue vetado de Twitch y empezó a aparecer en Dlive. Luego, Reddit y YouTube lo bloquearon por violar sus políticas sobre los discursos de odio.

La primera transmisión de Fuentes en Dlive atrajo tan solo a unos pocos espectadores, pero su audiencia ha crecido con el tiempo. El año pasado, algunas de sus emisiones en Dlive tuvieron más de 50.000 espectadores al mismo tiempo, según datos que compiló Oh.

Dlive ha tenido problemas con el influjo de la derecha. En mensajes que obtuvo The New York Times, se muestra que el año pasado Wayn les dijo a sus empleados que quería suspender a algunos de los supremacistas blancos y neonazis que transmitían en su sitio. Sin embargo, Wayn agregó que, “si en Dlive hoy bloqueamos a todas las personas que sean controvertidas, las dificultades que encontraremos conforme crezcamos serán diez veces mayores que teniéndolas”.

Según Wayn, la estrategia era “tolerarlos” mientras conseguía videojugadores más legítimos que a la postre “diluyeran” la comunidad de derecha.

En un comunicado del viernes, Dlive declaró que interpretar los comentarios de Wayn como “un intento por aumentar la tolerancia de la violencia y las actividades ilegales es engañoso”.

Con una mirada rápida por Dlive, se muestra un sitio inocuo. El jueves por la noche, 33 espectadores vieron a un hombre que emitió en vivo un atardecer y 144 hablaron sobre criptomonedas.

No obstante, cuando un usuario cambia la configuración para poder ver contenido “etiquetado x”, en la página de inicio de inmediato dominan las emisiones con miles de espectadores hablando sobre los disturbios en el Capitolio. En su transmisión del jueves por la noche, Fuentes, quien atrajo a 20.000 espectadores, dijo que los sucesos del miércoles eran “un destello de esperanza” que “mostraron qué es posible”.

Ni Gionet ni Fuentes respondieron a solicitudes para ofrecer comentarios. Debido a que Parler, Gab y otros sitios no ofrecen maneras de ganar dinero, transmitir en Dlive se ha vuelto una pieza clave de muchas estrategias de activistas de la extrema derecha, comentó Megan Squire, profesora de ciencias de la computación en la Universidad de Elon.

“La mayoría de las donaciones son pequeñas cantidades de dinero, pero algunos donadores dan cantidades muy, pero muy grandes”, comentó Squire. “Algunos usuarios les están dando entre 10.000 y 20.000 dólares al mes a transmisores de Dlive”. En 2019, los principales emisores en la plataforma tuvieron ingresos de seis cifras, según la investigación de Squire.

Shannon McGregor, académica especializada en redes sociales y profesora de la Universidad de Carolina del Norte, campus Chapell Hill, comentó que el crecimiento de Dlive era otro paso en la “fractura del ecosistema de las redes sociales” que podría dificultar más el seguimiento de los movimientos de los extremistas.

“Esto hace mucho más difícil el monitoreo, para los periodistas, los investigadores e instancias como el FBI”, señaló McGregor. “Como están migrando de lugar en lugar, es una especie de juego del gato y el ratón”. 

Por: Kellen Browning y Taylor Lorenz / The New York Times

Creado Por
The New York Times
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