La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff consiguió ser reelegida como presidenta tras obtener, según los primeros resultados, más del 51% de los votos.
Su rival en esta segunda vuelta, Aécio Neves, habría conseguido el 48% de los votos válidos, cuando ya se ha escrutado el 98% de las urnas.
Las cifras están siendo divulgadas en tiempo real por el Tribunal Superior Electoral. Aunque estaban convocados 142,8 millones de votantes, la abstención ascendió al 21% de los votante, en un país en el que acudir a las urnas es obligatorio para los ciudadanos que tienen entre 18 y 70 años de edad.
En este balotaje, según los resultados que se conocen hasta ahora, Dilma había obtenido unos tres millones de votos de diferencia. La información fue tan rápidamente conocida porque en la mayoría del gigante suramericano está funcionando el sistema del voto electrónico.
La victoria con un margen mínimo muestra una situación de profunda división del país. El norte y noreste del país habían votado más a favor del modelo que ha concebido por cuatro periodos el Partido de los Trabajadores, quien tuvo como reciente fuerte figura política a Luiz Inácio Lula da Silva.
El movimiento de Neves, el Partido de la Social Democracia Brasilera, sale fortalecido no obstante por haberle pisado los talones al partido gobernante y demostrar que más de 50 millones de brasileros confían en su modelo, un poco más moderado hacia la centro derecha.
Al reconocer su derrota, Aécio Neves solo se limitó a agradecer a sus electores sin felicitar o manifestar intención de diálogo con la vencedora. Para analistas, sus resultados deberían hacerlo sentir por bien servido debido la gran cantidad de votantes y la conformación de su colectividad como la más fuerte oposición del país.
La actual mandataria gobernará al país hasta 2018 y completará para su Partido de los Trabajadores el tiempo de 16 años en el poder.
"Agradezco a cada uno y cada una de los que hicieron parte de esta militancia combativa": Dilma
En su discurso de victoria, Rousseff agradeció al expresidente Lula en varios momentos, considerándolo el líder de su militancia combativa que la llevó a esta victoria. En Brasilia, dentro de su comando de campaña, cada vez que mencionaba a Lula una multitud aplaudía y ovacionaba.
"Vamos a trabajar por un Brasil con debate de ideas, consensos. Mis primeras palabras son un llamado a la paz y la unión. En una democracia madura unión no significa unidad de ideas, sino que presupone una apertura y disposición para el diálogo", sostuvo como primer mensaje primordial la mandataria.
"Mi principal compromiso para este segundo mandato es el diálogo", añadió.
