De juguete resultó ser el arma utilizada por el autor del fallido asalto a una sucursal del Banco de Bogotá en Cali, sobre la avenida Pasoancho sobre calle 41.
A las 7:30 de la mañana, el hombre aprovechó la llegada de tres empleados para obligaros a abrir la puerta. Los tuvo como rehenes a ellos y a ocho personas que llegaron más tarde, antes de la apertura del banco. El ladrón le quitó al vigilante su uniforme y su arma y le ató las manos con los cordones de sus zapatos. Luego encerró a los rehenes en el baño y en la gerencia.
El asaltante tomó cerca de $10 millones que mantienen en las cajas, los cuales le fueron hallados posteriormente en una cartera que cargaba. Ordenó luego que abrieran la caja fuerte, procedimiento que toma aproximadamente una hora. Lo que el ladrón no tuvo en cuenta fue que la policía caleña tiene establecidas unas rondas de apertura bancaria. Y precisamente aparecieron los agentes en pleno asalto. La gerente abrió la puerta y les dio parte de normalidad pero los policías la notaron nerviosa y dedujeron que algo extraño estaba sucediendo.
Tras el aviso de emergencia, diversos grupos de la policía se trasladaron al sitio. En medio de la confusión, el vigilante logró desatarse y recuperar su arma, que el atracador había dejado sobre un escritorio y le hizo un disparo, hiriéndolo en un muslo.
El hombre, cuyo nombre no se conoce, será acusado de secuestro simple con concurso de tentativa de hurto calificado y porte ilegal de armas pues, aunque la suya resultó ser de mentiras, sí la empleó para intimidar a los empleados bancarios.
El sector del banco, en el sur de la ciudad, fue acordonado y las calles cerradas, situación que fue captada por transeúntes que la compartieron por las redes sociales.
