Las experiencias cercanas a la muerte, como la película de toda la vida o la luz blanca al final del túnel son causadas por un aumento repentino de la actividad eléctrica en el cerebro y no son sensaciones del más allá. Estas descripciones son comunes en cultural y razas, y en personas que han estado a punto de morir o que se recuperaron de un coma.
Ese es el hallazgo que explica Jimo Borjin, autora del informe de la Universidad de Michigan que fue publicado en la revista científico Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (PNAS). El estudio se hizo con nueve ratas agonizantes y permitió observar un aumento de las ondas electromagnéticas en el momento de su muerte.
Explica Borjin a la BBC: “Mucha gente ha pensado que el cerebro después de las muerte clínica está inactivo o hipoactivo, con menos actividad que en estado de vigilia, y nosotros mostramos que definitivamente este no es el caso”. Podemos decir que en el momento en que para el corazón puede haber más actividad cerebral.
Sin embrago, los científicos hacen una salvedad: investigar este fenómeno en humanos es complejo y estas visiones aún o se comprenden del todo. Aunque explica Borjin que “las ondas electromagnéticas cerebrales de alta frecuencia (más conocidas como oscilaciones gamma) pueden ser la causa de estas visiones cercanas a la muerte […] hemos visto más oscilaciones gamma en el área del cerebro que está justo encima de la corteza visual", sostiene la investigadora.
Este estudio abre la puerta para conocer más de la actividad cerebral durante la muerte y la actividad cerebral consciente.¿Por qué vemos una luz y un tunel al morir?
Mié, 14/08/2013 - 04:47
Las experiencias cercanas a la muerte, como la película de toda la vida o la luz blanca al final del túnel son causadas por un aumento repentino de la actividad eléctrica en el cerebro y n