Cada región del país tiene actividades económicas y capacidad de producción diferentes. Por lo tanto, la importancia y el impacto del salario mínimo varía según cada país. Este sería el punto de partida para la más reciente propuesta del Banco de la República: crear un salario mínimo diferencial.
Así lo dio a conocer mediante un estudio que se publica a pocas semanas de que se abra la discusión del aumento del salario mínimo para el año 2018. Se trata de un detallado y riguroso documento que reúne conceptos teóricos y diferentes casos de éxito en otros países.
Según el texto “una de las principales características del mercado de trabajo en Colombia es su heterogeneidad regional. Es decir, pese a que la regulación normativa es la misma en todo el país, las tasas de desempleo, ocupación, participación, los salarios, la duración del desempleo, etc., divergen de manera importante entre las ciudades que conforman el dominio urbano”.
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Esto quiere decir que dependiendo la región del país el salario promedio, el empleo informal y el desempleo es diferente, provocando que el salario mínimo tenga un efecto mayor o menor dependiendo el lugar y su desempeño económico.
“Dicho efecto se observa en promedio en todas las áreas urbanas. Sin embargo, cuando se analizan las ciudades individualmente, se encuentra que es el efecto del salario mínimo relativo es diferencial; por ejemplo, en Barranquilla es muy bajo mientras que en Popayán, Villavicencio y Neiva es muy alto. Por ello, en estas últimas, más que en otras, parece haber una gran desconexión entre la productividad de la mano de obra menos capacitada y el salario mínimo”, dice el estudio.
El Banco de la República asegura que la creación de un salario mínimo que atienda a las necesidades y cualidades de cada región de manera oportuna podría traer una serie de beneficios para el desarrollo del país, por ejemplo, la reducción de la informalidad.
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“Se hace manifiesta la oportunidad de tener salarios mínimos regionales, dada la disparidad de la productividad de la mano de obra. Tener un salario mínimo para todo el país con el propósito de mitigar la desigualdad puede dificultar esta tarea, si no se tienen en cuenta los niveles de productividad y otras características de cada región. En este sentido, el documento presenta en la última sección, dos posibles alternativas para introducir un salario mínimo por regiones clasificándolas en cuatro grupos o zonas”.
Colombia no es el primer país en que se pone sobre la mesa una discusión de este tipo. De hecho países como Inglaterra, Italia, Alemania y Finlandia. Otros como República Checa y Francia el salario mínimo es diferenciado por edades y ocupación.
Para el caso de Latinoamérica, México, Honduras, Guatemala, Costa Rica, entre otros, tienen un salario mínimo diferencial dependiendo ocupación, región y edad.
