En noviembre del año pasado una imagen sorprendío a los colombianos. El puente Hisgaura, una obra que estaba pensada para ser un referente de la infraestructura del país, pues es el puente atirantado más alto de suramérica, presentaba evidentes alteraciones físicas: sus costados se habían ondulado llevándolo a tener una apariencia de acordeón.
En esta obra ubicada en San Andrés (Santander), que busca comunicar la capital del departamento con 13 municipios, la constructora Sacyr está poniendo faldones de metal en los costados que tienen las imperfecciones y cambia el efecto visual de las arrugas que se veían desde los costados. con el fin de tranquilizar a quienes están preocupados por el estado de la estructura.
Luego de la polémica por la forma que tenía el puente, que volvía a cuestionar el desarrollo de las obras públicas de Colombia, la constructora comentó que la obra no tenía daños estructurales y que con los resultados de las pruebas de carga que habían realizado se podía comprobar el estado real del puente, más allá de la irregularidad visual.
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A pesar de eso, el puente no entró en funcionamiento en la fecha estipulada y no lo hará hasta que las entidades gubernamentales aprueben las adecuaciones que están realizando. Sin embargo, altos funcionarios del Invías reiteraron su confianza en las pruebas técnicas realizadas y dieron un parte parcial de tranquilidad.
El Fondo de Adaptación comentó que el viernes pasado ETA, la firma interventora de la obra, había entregado un informe técnico con el que Invías determinará si es posible que el Fondo reciba la obra. De esta forma, se espera que el próximo 18 de febrero esta entidad defina sí el Fondo está autorizado para recibir el puente.
Una vez se dé este trámite se convocará a una mesa técnica que contará con la participación de estas tres entidades mencionadas y el constructor.
