En alerta humanitaria se ha declarado el gobierno en la India para atender las inundaciones provocadas por el monzón en el norte del país, cuyos efectos habrían provocado la muerte de unas mil personas, dicen estimaciones extraoficiales.
Autoridades han desplazado al ejército para las regiones himalayas, las más afectadas, donde las tormentas han arrastrado casas, puentes y carreteras.
Este año las lluvias del monzón fueron cuatro veces más caudalosas que lo habitual. Algunos gobernantes de las regiones del norte de la India han manifestado que la cifra de muertos podría ascender a 2.000.
"Nunca he visto nada igual (...), carreteras enteras desaparecieron y las aldeas quedaron destruidas. Hay ruinas por todas partes", contó un oficial del ejército que pidió el anonimato.
Las crecidas y los corrimientos de terreno destruyeron muchas casas y edificios y arrastraron coches, puentes y carreteras, dejando al menos 65.000 personas aisladas del mundo. En el vecino Nepal, el balance es de 22 muertos.
La llegada del monzón con dos semanas de antelación pilló desprevenidas a las autoridades y puso de manifiesto una vez más las lagunas de los planes de prevención y de socorro nacionales.
Con AFP
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