"En casi todos los aspectos Colombia está peor que cuando él tomó el timón en 2010", señala uno de los apartes de la columna de opinión de la periodista Mary Anastasia O’Grady sobre el presidente Santos en el The Wall Street Journal.
A propósito de la visita que adelantará el mandatario a Estados Unidos esta semana, la escritora lanza drásticos comentarios sobre la gestión del Presidente y lo que ha sucedido con el proceso de paz con las Farc en los últimos meses. También cuestiona los recursos que daría el país norteamericano en el marco del plan Paz Colombia, un programa de 450 millones de dólares para respaldar la implementación de los acuerdos.
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Nuevos cuestionamientos a Santos en el The Wall Street Journal
En ese sentido, se refiere a la economía, el caso de Odebrecht en el país, el plebiscito, la producción de cultivos ilícitos y habla de las "muchas mentiras" que ha dicho Santos a Colombia."El Sr. Santos ha presidido un boom de la corrupción. Colombia ha caído 12 puntos en el ranking de corrupción de Transparencia Internacional durante su tiempo en el cargo. Niega saber sobre las donaciones ilegales a su campaña de reelección de 2014 por parte de la constructora brasileña Odebrecht (…) Las reformas económicas importantes han languidecido, pero el año pasado el gobierno aumentó bruscamente los impuestos. La economía creció un escaso 2% en 2016. La producción de coca se ha disparado bajo el señor Santos", son algunos puntos que toca el artículo sobre Santos en el The Wall Street Journal.
En Colombia los enemigos políticos del presidente terminan en la cárcel
O’Grady va más allá y hace una comparación entre el presidente Santos y su antecesor, el hoy senador Álvaro Uribe Vélez. De acuerdo con la columnista, "bajo el mando de Uribe Colombia recuperó amplias zonas del país que habían sido perdidas por el crimen organizado, principalmente las Farc que trabajaban con otros grupos delictivos, y restableció la presencia del estado en todo el país". Por lo que enfatiza en que cuando Santos asumió su cargo, "las Farc habían sido derrotadas". Asimismo, asegura que en Colombia los enemigos del presidente o sus familiares, "terminan a menudo en la cárcel", afirma haciendo alusión a Santiago Uribe, hermano del congresista del Centro Democrático. "Ha estado recluido desde principios de 2016, aunque nunca ha sido condenado por ningún delito", enfatiza. [single-related post_id="687999"] Para la periodista, son muchas las mentiras que ha dicho el jefe de Estado, no solo en Colombia, sino también en el exterior. "Cedió a cada una de las demandas del grupo. (Las Farc) recibieron amnistía completa, asientos en el Congreso y el derecho a gobernar. Después de décadas de tráfico de drogas afirman que no tienen dinero para compensar a las víctimas. El acuerdo costará a los contribuyentes colombianos $ 31 mil millones en 10 años". Según el artículo, Santos podría sentirse "presumido" en su visita de esta semana a Washington, porque consagró el proceso de paz pasando por encima de la Constitución pese a que los ciudadanos lo rechazaron en el plebiscito. Teniendo en cuenta esa serie de reparos, O’Grady cuestiona si entonces el país es merecedor de la ayuda que prometió Barack Obama."Colombia ya no es el aliado que estaba bajo el mando de Uribe. Los amigos de Santos son Cuba y Venezuela. No ha sido útil para presionar a Caracas para que regrese a la democracia. ¿Desde cuándo Washington ignora un poder antidemocrático al evaluar si un país merece la ayuda externa?"[single-related post_id="681895"] No es la primera vez que Mary Anastasia O’Grady hace fuertes críticas sobre Santos en el The Wall Street Journal. El pasado 8 de mayo dijo que las Farc prometieron desarmarse, pero todavía no han cumplido. Para ella, el incumplimiento no parece preocuparles ni al Gobierno ni a la ONU. "La democracia colombiana está siendo robada al frente de las narices gracias al acuerdo que es tan ingenuo y trivial como el que firmó Estados Unidos con Irán. Donald Trump a lo mejor no es capaz de parar este crimen, pero él podría no respaldarlo”, escribió la periodista de la sección 'Las Américas'. Una semana antes del plebiscito, en septiembre de 2016, su columna se tituló 'Santos les hace trampa a los colombianos'. De igual forma, Santos ya había sido protagonista en el diario norteamericano. Una vez se conoció que el Presidente era el ganador del premio Nobel, se leyó en una nota: “No todo el que gana el Premio Nobel de la Paz lo merece". Esa vez, el medio consideró que el expresidente Uribe era quien merecía el reconocimiento. "En Colombia, el hombre que sí merece el premio es el presidente Uribe, cuya campaña contra las FARC volvió más segura la vida para millones de colombianos. Esa es una lección perdida en las almas bien intencionadas en Oslo que pretenden que la paz que ellos disfrutan ha sido ganada por la buena voluntad por sí sola”.